No hay nada más irónico que encontrarse a un cubano viviendo fuera de la revolución castrista y al mismo tiempo decir que la ama, admia y que es lo mejor, como su máximo líder, el dictador Fidel Castro. Es decir, “defender” al castrismo mientras se vive aquí, es una vileza de tanto tamaño, que horroriza. Y lo más curioso: es claro que la dictadura no cree en ellos; ¿alguien le tiene buena fe a las cucarachas que abandonan el predio?
“Yo me retiro porque si ustedes que son los argentinos saben más de Cuba… Es una falta de respeto hablar de Cuba de esa manera cuando ninguno ha vivido en Cuba. Yo me retiro, no vale la pena”
Se trata del cubano Abel Nápoles, que participaba en programa de televisión en Argentina.
Cuando el periodista Carlos Reymundo Roberts hablaba de personas fusiladas y desaparecidas en el país centroamericano, Nápoles se levantó y comenzó a quitarse el micrófono. “Es una falta de respeto hablar de esa manera cuando ninguno ha vivido en Cuba“, dijo mientras se caminaba hacia a la salida.
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El conductor de turno intentó evitar que el cubano se fuera ofreciéndole otra oportunidad, pero no hubo caso. Nápoles hizo un último descargo y se retiró. “Esta pasando exactamente lo mismo que pasó con casi todos los presidentes y líderes que, de alguna manera, han tratado de hacer algo por la sociedad de América Latina. Arman un aparato donde desmoralizan y desprestigian a esos presidentes y dirigentes, y salimos nosotros, como dicen los argentinos los ‘pelotudos’, a dar la cara”, dijo.
Nápoles había defendido la política cubana instantes antes, mientras la consigna del debate era “Fidel sí, Fidel no“. “Se pueden decir muchas cosas, pero si hubiera sido una dictadura real, como se plantea en casi todos los medios, ¿por qué no se cayó?“, preguntó. “Me consta que en el país en época de 1 de mayo, en los Carnavales, se desarma el país. No sería esa la fecha ideal para tumbar la famosa dictadura?”, agregó.
Fuente: El Clarin