El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este martes que la prisión de Guantánamo en Cuba es “una mancha en el honor nacional” de su país, y lamentó que el Congreso no haya cooperado con él para cerrarla definitivamente, tal como lo prometió al llegar a la Casa Blanca en el año 2009.
“Hasta que el Congreso cambie de rumbo (respecto a Guantánamo), la historia lo seguirá juzgando duramente, y yo seguiré haciendo todo lo que pueda para eliminar esta mancha en nuestro honor nacional”
Aseguró Obama en su último discurso sobre política exterior, realizado en Tampa (Florida).
“Estamos gastando cientos de millones de dólares para mantener a menos de 60 personas en un centro de detención en Cuba. Eso no es ser fuertes”
Obama, que el próximo 20 de enero traspasará el poder al republicano Donald Trump, sostuvo que “muchos líderes militares” respaldan la idea de cerrar Guantánamo, y recordó que en su gestión ha trabajado para reducir el número de reclusos de los 242 que había cuando llegó a la presidencia a los 59 que restan actualmente allí.
“Pero la política del miedo ha llevado al Congreso a prevenir que ningún preso fuera trasladado a prisiones en Estados Unidos”
Destacó, lo que ha llevado a su Administración a adelantar negociaciones con terceros países para que acogieran a esos presidiarios, la mayoría de ellos detenidos por años sin que se presentaran cargos en su contra.
El demócrata sostuvo que “a menudo” los aliados de Estados Unidos no le entregan a sospechosos de crímenes “por temor a que acaben en Guantánamo”, y que el Estado Islámico (EI) emplea la prisión como “herramienta de reclutamiento” de combatientes porque es una referencia de detención fuera de los estándares de la justicia ordinaria.
Los presos que restan en Guantánamo son algunos de los detenidos al inicio de la guerra contra el terrorismo luego de los atentados del año 2001 contra Estados Unidos, y el Gobierno se resiste a liberarlos porque asegura poseer “pruebas sólidas de que han cometido actos terroristas” contra el país, asegura Obama.
Finalmente es un hecho: será imposible que la Administración Obama cierre por completo la prisión en la base naval estadounidense, con lo que Trump, quien ha prometido llenar el penal de “tipos malos”, podrá volver a hacer uso de este limbo legal tan cuestionado por organizaciones de derechos humanos de todo el mundo.
Con información de EFE.
