El déficit de medicamentos en la isla socialista obliga a los cubanos a buscar en el mercado negro los productos más básicos como la dipirona, el cogrip o la vitamina C, según comenta un artículo de Diario de Cuba.
Mientras el régimen cubano continúa planteándose como reto la reestructuración de la industria hotelera para atender a los turistas, el cubano de a pie continúa padeciendo por las necesidades más básicas.
Aunque no se aborda el asunto como una problemática compleja e insólita, dado que Cuba exporta medicamentos a otros países, los cubanos continúan aliviando sus males con remedios caseros que se han convertido en un verdadero lujo, al pagar entre tres o hasta cuatro CUP cada limón, explica DDC.
Y el negocio no es de terceros, queda en el mismo sistema corroído por el régimen. No en vano, la corrupción en la isla ha aumentado según los índices de Transparencia Internacional. Es en farmacias estatales, donde algunos venden por otro lado, los medicamentos a un costo superior, incluyendo los establecidos en el tarjetón.
Y además de los tratamientos medicinales, también se distribuyen aquellos restringidos utilizados como droga, en el sector más joven de la población. “En el caso de los psicofármacos incluso el médico le pide al paciente su número de identidad y lo anota en la receta. Pero más sorprende la temeridad de estos expendedores, porque la venta ilícita de medicamentos puede llevar a años de privación de libertad” comenta DDC.
No es un secreto, para nada. De manera extraoficial en Cuba, es en el mercado negro donde se busca lo que en la farmacia no se encuentra. Lo preocupante es el nivel de riesgo al que se exponen quienes venden y quienes adquieren. El que vende, sin ningún tipo de ética surte una necesidad para conseguir unos cuantos pesos de más con lo que sortea la miseria.
O peor aún la “generalizada corrupción se omita en los medios oficiales, o se trate siempre y solo hasta el delicado punto que impide nombrar las verdaderas causas del problema.”
Redacción Cubanos por el Mundo