Erisbel Arruebarrena nunca imaginó que durante el camino a lograr su mayor sueño se le iba a presentar una dificultad de tal magnitud y es que la Diabetes Tipo 1, se interpuso en la meta del pelotero cubano cuando vivía uno de sus mejores momentos.
Según relata el pelotero cubano la enfermedad yacía en su cuerpo sin él sospechar su presencia “En mi familia nadie había padecido de esa enfermedad, por eso estaba muy lejos de pensar que era la causa de mis problemas”, aseguró el beisbolista.
Fueron muchos meses de preocupación, hasta que finalmente pudieron dar con mi padecimiento y la manera de combatirlo
Arruebarrena había firmado en febrero del 2014 un contrato por $25 millones por cinco temporadas con Los Ángeles para que fuese el torpedero del futuro, pero frente a la inesperada situación ya comenzaría a ser contemplado como un sonado fracaso, al respecto agregó:
Nadie puede imaginar lo que me sucedía, lo mal que me sentía (…) Roletazos que antes fildeaba sin problemas, ahora no podía llegarles; me ponchaba más de la cuenta, porque me fallaba la vista; las energías se me escapaban del cuerpo y mis estados de ánimos iban de un extremo a otro. Llegó un momento en que estaba dispuesto a renunciar al contrato
Finalmente los Dodgers lo suspendieron en mayo del 2015, pero el jugador cubano continuó su lucha en Miami por salvar su carrera y lo primero fue identificar cuál era la causante de su malestar,fue así como los especialista dieron con la penosa enfermedad: la Diabetes Tipo 1.
Por tal motivo estuvo hospitalizado en 3 oportunidades, pero hoy logró controlar la situación al utilizar cuatro inyecciones de insulina al día y un dispositivo que controla los niveles de azúcar de manera inmediata, lo que significa batallar permanentemente contra el mal, así lo dijo:
Lo principal contra una diabetes tan fuerte como la mía es tener plena conciencia de que estás en una batalla por el resto de tu vida
Y agregó:
Una vez que pude controlar la enfermedad, entonces necesitaba encontrar otras respuestas sobre mí
Las otras áreas para el apoyo comunitario también han llamado la atención de este excelente jugador, hoy dicta charlas sobre la Diabetes en los niños, un hecho que lo condujo a formar parte del sistema de escuelas de Miami-Dade, para contribuir a la formación sobre este padecimiento que tanto afecta a las personas.
El 7 de marzo este cubano partirá para Arizona con el fin de unirse a la primavera de Grandes Ligas, él va claro con sus fines:
Quiero demostrar que sigo siendo el mismo, un pelotero de calidad y compromiso, un jugador en que cualquier equipo puede confiar. He recuperado la alegría de vivir y la pasión por el juego. Tengo mi enemigo bajo control
