Los periodistas independientes Sol García y Henry Constantine, relataron como fue su arresto el día 20 de febrero, cuando ambos pretendían abordar un vuelo de Camaguey a La Habana, para darle cobertura a la entrega del Premio Oswaldo Payá.
Ellos afirman que agentes de la Seguridad del Estado, les decomisaron sus teléfonos y los amenazaron con enviarlos a la cárcel.
A constantine lo estaban acusando de llevar a cabo una “campaña internacional contra la revolución” y por lo tanto pretendían dejarlo arrestado por un largo periodo de tiempo.
Mientras que a Sol la amenazaron con quitarle la potestad de su hijo y otro tipo de amenazas contra familiares.
“Estuvimos un tiempo a la espera sin saber que podría pasar con nosotros. Luego me separaron de Sol y me llevaron hasta un cuarto donde un funcionario me levantó una acusación de “participar en una provocación internacional en La Habana”, que eso era lo que consistía para ellos ese evento”.
Constantine asegura que no firmó la acusación, lo que le costó pasar la noche en un calabozo.
Mientras que Sol García, asegura que fue sometida a las mismas vejaciones que le hicieron a su colega.
“Amenazaron con quitarme la custodia de mi hijo en un mes, con quitarme mi libertad. Fue un interrogatorio que duro hasta las dos de la mañana aproximadamente”.
García asegura que no fue trasladada a un calabozo, pero que la obligaron a dormir en un banco de la sala de espera.
Para los comunicadores, el régimen actuó de una manera que demuestra las violaciones de las libertades en Cuba.
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Doble arresto
La comunicadora al ver que su compañero seguía detenido, decidió cumplir el objetivo que ambos se trazaron.
Por eso se trasladó hasta la central de ómnibuses de Camaguey para ir a La Habana, pero allí fue arrestada otra vez.
“Fui otra vez arrestada por el mismo funcionario de la Seguridad del Estado. Esta vez fue entrevistada hasta las 3:00 de la mañana, donde ellos tuvieron que aceptar mi postura política. Afortunadamente no terminó con denuncias”.
La comunicadora volvió a ser interrogada la mañana siguiente, donde los funcionarios le mostraron fotografías de su vida diario, demostrando que estaba fuertemente vigilada.
“me volvieron a amenazar con quitarme todas mis libertades”.
Para impedir la entrega del premio Oswaldo Payá, el régimen cubano desplegó su aparato represivo e impidió la entrada de diplomáticos de envergadura, como el secretario general de la OEA, Luis Almagro, la exministra chilena Mariana Aylwin y el expresidente mexicano Felipe Calderón.
Redacción Cubanos por el Mundo
