Situaciones como estas son comunes para un régimen que prefiere la oscuridad a la luz, el miedo a la confianza y sobretodo el control opresor a la libertad de un pueblo. En este caso, la censura fue aplicada a un largometraje: la película Santa y Andrés, del cineasta cubano Carlos Lechuga, cuando no apareció entre los filmes que se proyectaron en diciembre pasado durante el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, celebrado en La Habana.
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Dentro de los múltiples testimonios, se ubicó el del periodista oficialista del sitio Cubainformación.tv, Arthur González, quien acusó a la obra de falsear los mecanismos represivos dentro del régimen cubano. A su vez caracterizó a la película de Lechuga, al decir: “Su nuevo largometraje evidencia el propósito de contar la historia a su manera, haciendo del proceso socialista cubano un monstruo”.
Y con la idea de que el socialismo queda dibujado como “un monstruo”, directivos del Festival de Cine de La Habana censuraron la cinta Santa y Andrés. Ante el hecho muchas fueron las voces que se elevaron en calidad de protesta, dentro de las cuales se ubicó la de su propio director. En su momento, Lechuga expresó desde su página de Facebook:
No solo atacan a Santa y Andrés, esta es una crítica y un ataque contra todo el cine independiente. Esta película se hizo con el apoyo del programa IBERMEDIA, que es un programa intergubernamental del cual Cuba como país forma parte
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No obstante, la cinta Santa y Andrés ya ha recorrido varios escenarios de alta relevancia mundial, en lo que a la cinematografía se refiere. El filme se estrenó en septiembre pasado en el Festival Internacional de Cine de Toronto, Canadá, así como en el Festival Internacional de San Sebastián, España y ahora el Festival de Cine de Miami le abre plenamente sus puertas ¡y los cubanos lo agradecen!
Redacción CPEM
