Desde este viernes la situación de los afrodescendientes en Cuba y la crisis venezolana serán analizadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), conversaciones que se extenderán hasta el próximo 22 de marzo y que se realizarán como audiencias públicas.
La organización tratará además los decretos migratorios anunciados por la administración de Donald Trump, así como el emblemático caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, México y la la violencia sexual contra las adolescentes en Bolivia, además de la trata de niños en Perú.
El periodo 161 de sesiones de la CIDH también deberá abordar los cambios normativos en inmigración de Argentina, la situación de la libertad de expresión en Nicaragua, así como las denuncias de violencia y tortura en las cárceles brasileñas.
Estas audiencias públicas celebradas varias veces al año dependiendo del presupuesto de la organización son la herramienta primordial de la Organización de Estados Americanos (OEA) para visualizar y denunciar las violaciones de derechos humanos en la región, según reseña la agencia EFE.
Para este 2017, se tiene previsto un periodo de 40 audiencias, sobre la problemática de derechos humanos en 16 países y otras de relevancia en colectivo de la región.
Uno de los temas más preocupantes para este año, es el aumento del acoso y los asesinatos a defensores de derechos humanos, dedicados a temas medioambientales, lo que ha permitido la convocatoria a cinco audiencias en Honduras, Panamá, Colombia, Guatemala y, una última, general de toda América.
Además se llevará a cabo la primera audiencia sobre los derechos de las trabajadoras sexuales en la región y otra acerca de la situación de las personas intersexuales, las que tienen menos visibilidad dentro del grupo LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales).
Además celebrarán audiencias sobre el acuerdo de paz en Colombia, ante la “preocupación de organizaciones de la sociedad civil con el escenario de impunidad”.
El secretario ejecutivo evitó decir si la Comisión comparte esa preocupación y se limitó a reafirmar “los estándares del organismo de que las graves violaciones de derechos humanos no pueden generar situaciones de impunidad”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE
