Durante una reunión celebrada en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) entre el secretario general de esta organización, Luis Almagro y varios defensores de los derechos humanos en Venezuela, un activista anónimo le reclamó que él denuncia la situación en Venezuela y, a su juicio, no la de otros países de la región.
Al lugar acudieron decenas de personas que expresaron sus abucheos para protestar por la postura sostenida hasta ahora por el secretario.
Al respecto, Almagro dijo en inglés, visiblemente enojado:
Debería estar avergonzado de hablar de esa manera sin saber lo que la OEA ha hecho en esos casos, es increíble que bajo esas circunstancias de ignorancia haya expresado su opinión, por favor vaya y vea lo que se ha hecho
Seguidamente, Almagro abandonó la sala haciendo la seña “V” con los dedos entre aplausos de los defensores de derechos humanos venezolanos que acudieron hoy a la OEA.
El activista anónimo, realizó su intervención durante el turno de preguntas abiertas al público, pero se negó a identificarse después que los periodistas se le acercaron y abandonó rápidamente la sala.
Al encuentro, cuyo tema fundamental fue la severa crisis que padece el país caribeño, asistieron alrededor de una decena de personas para protestar contra Almagro, ninguna de ellas venezolana y aseguraron haberse enterado de la convocatoria por la web de la OEA, al tiempo que negaron haber sido enviadas por el Gobierno venezolano.
Los ciudadanos, dijeron no pertenecer a ninguna organización y portaron carteles que rezaban “Almagro traidor, HDP” y “OEA-US fuera de Venezuela”, lo cual también se lo gritaron al momento que el alto funcionario abandonó la sala.
El minúsculo grupo que trastocó la reunión, defienden que Almagro no ha condenado violaciones de derechos humanos en otros países, como la detención de la activista argentina Milagro Sala, sin embargo, lo cierto es que el secretario general pidió su liberación en una carta pública el pasado mes de noviembre.
Al sitio acudieron organizaciones de relevancia creciente en el panorama de la defensoría de los derechos humanos en Venezuela, entre estas: Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Transparencia Venezuela, Foro Penal Venezuela y Provea.
La reunión fue celebrada en el salón más solemne de la OEA, el Salón de las Américas, entidades que expusieron que en Venezuela la corrupción está generalizada, que no hay separación de poderes, que el Estado permite que las personas mueran de hambre, que se está militarizando la seguridad ciudadana y que se persigue a los que protestan contra el Gobierno, entre otras denuncias.
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Ante la situación, Almagro les prometió que la sociedad civil “nunca será callada”, mientras él sea secretario general de la OEA.
En la reunión se encontraban una embajadora ante la OEA, la de Paraguay, que estuvo sentada en la fila de autoridades junto a los observadores permanentes de España, Italia y Francia ante la organización. También asistieron funcionarios de menor perfil de las delegaciones de Argentina, Chile, Honduras, Uruguay y Venezuela.
Venezuela atraviesa una de las más severas crisis de su historia contemporánea, la escasez de alimentos, de medicinas y de dinero hacen mella en el pueblo venezolano, ante las desacertadas políticas socioeconómicas del gobierno de aquel país, encabezado por el primer mandatario Nicolás Maduro.
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A esta crisis sin precedentes, se agrega la actual situación política, donde la oposición venezolana y el secretario general de la OEA Luis Almagro solicitan la realización de elecciones presidenciales en un plazo de treinta días.