Hace días, la noticia de que el fugitivo estadounidense Ronald Labeet, se encontraba viviendo tranquilamente en la provincial de Holguín, abarrotó los titulares de distintos diarios digitales, criticando duramente la impunidad con que el régimen trata a este asesino, condenado a varias cadenas perpetuas por crímenes cometidos en las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Pero siguen saliendo a relucir detalles de vida. El portal Martí Noticias, impulsor de la noticia, confirmó que antes de su vida en Holguín, Labeet, quien ahora es conocido como Ishmael Muslim Alí, llevó varios años viviendo en la vecina provincia de Las Tunas, lugar donde fue reconocido por sus vecinos al verlo en las fotos que emitió en FBI con la palabra “Se Busca”.
De acuerdo con el diario digital, hasta el 2010, Labeet vivía en dicha provincia antes de mudarse a Holguín, donde ahora comparte con turistas.
Y fue esa misma actividad que en el año 2015 lo dejó al descubierto, luego de intercambiar tragos con un periodista canadiense, quien logró descubrir su verdadera identidad.
Ramón Humberto Colás, un ex periodista independiente, expresó su sorpresa, afirmando que el régimen no se preocupa por la seguridad de su pueblo al someterlo a convivir con delincuentes y asesinos.
“Es interesante porque demuestra que en Cuba el pueblo convive con delincuentes, asesinos, terroristas y no tiene conocimiento de esto. Lo digo porque yo a este señor lo conozco, vivía cerca de mí, yo en el edificio 62 del reparto Buenavista, y él en el edificio 21, a dos edificios de donde vivía yo, frente a la filial universitaria de la ciudad”.
Labeet, fue descrito por el periodista como un hombre alto, de caminar lento pero de pasos largos, de mirada profunda y sonrisa picara. Lo conocían como el “jamaicano”.
“Compartí con él en varias oportunidades no porque fuéramos amigos sino porque nos encontrábamos en el mercado, en los coches de caballos que iban desde ‘el tanque’ de Buenavista hasta el centro de la ciudad, y conversábamos de cosas normales, pero siempre era muy parco no era una persona que se abriera con facilidad”
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Pero para su sorpresa, este hombre, de caminar lento, buena gente y con un porte inocente, fue capaz de asesinar a ocho personas, cuatro de ellas ejecutadas a sangre fría.
“Ahora cuando vi la noticia me sorprendí porque decía: ‘Dios mío si este hombre fue capaz de matar a ocho personas qué no sería capaz de hacer por preservar su identidad’”
Otro ex residente de Las Tunas, quien prefirió no identificarse, expresó que el LeBeet es muy conocido en el pueblo, todos le dicen Alí y su historia es sencilla y a la vez extraña, un ciudadano norteamericano que se vino a vivir a la retirada provincia costera.
“Esta persona es muy conocida en Las Tunas, casi todo el mundo lo conoce, por Alí. Yo lo conocí un día que iba con un compañero para el trabajo y mi compañero lo saludó y luego me dijo que ese señor había venido de Estados Unidos a vivir a Las Tunas. Me pareció raro que un ciudadano americano quisiera ir a vivir a Las Tunas, pero mi compañero me confirmó que había llegado a la ciudad hacía unos 15 años y que había trabajado como profesor en la escuela de idiomas (en clases nocturnas en una primaria). Cuando él me dijo eso sería como en el 2010”.
Esta persona también describe a LeBeet como alguien pacífico, de buen vestir, muy distinto al de un cubano, con sombrero, pantalones finos y bastón
“Yo (a Alí) lo vi más veces porque yo vivo en el reparto La Loma, por el cementerio, y tenía una novia en el reparto Aurora, y pasaba por una casa y él a veces por las noches estaba ahí, en casa de una muchacha de nombre Liurys. Recuerdo que en unos carnavales lo vi bajarse de un coche con esta señora; debía ser la novia o la esposa. Mi compañero de trabajo me dijo que él tenía un hijo pero yo nunca lo vi”.
Este hombre, sobre cuyos hombros reposan el asesinato de ocho personas en un club de golf de las islas vírgenes estadounidenses, vive amparado por el régimen cubano, a quien no le importó el hecho de haber secuestrado un avión para llegar a Cuba y evitar cumplir su condena.
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Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias