Mariela Castro, quien es hija de Raúl Castro y directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), manifestó que el ‘paquete legislativo’ sobre derechos de la comunidad LGBTI ya está listo, pero que tendrá que esperar en tanto no se cambie la Constitución cubana.
En tanto, en una entrevista reciente para el periódico mexicano La Jornada, se escudó en que “las leyes no logran modificar los prejuicios ni las conciencias”, una excusa para justificar la ausencia de una legislación que ampare los derechos de la comunidad LGBTI en la cercada isla, donde aun no se aprueba el matrimonio entre parejas del mismo sexo, ni la adopción de niños para los miembros de este colectivo.
Otro de los señalamientos realizados por la directora castrista apuntó:
Cuba no ha adoptado una ley a favor del matrimonio homosexual porque no se puede repetir lo que hacen otros y, además, esto no asegura el fin de los crímenes de odio hacia ese grupo
Al tiempo que reconoció los lastres de la “Revolución” en materia de derechos humanos para la comunidad LGBTI, así lo dijo:
La revolución cubana dio luces sobre los procesos emancipadores, pero no tuvo suficiente información como para poder incluir en ese proceso la no discriminación y la orientación de género
El hecho llama la atención por los peculiares planteamientos de Castro y los antecedentes de Cuba en la materia. Hace apenas tres meses, la ausencia de la representación de la nación caribeña en una votación en la ONU fue notoria. La consulta giró en torno a la propuesta de enmienda que presentaron países africanos y que intentaba aplazar durante 72 sesiones la aprobación del informe anual del Consejo de Derechos Humanos donde se incluía los derechos de la comunidad LGBT.
RECOMENDADO: ¡INAÚDITO! Régimen cubano niega salida del país a activista por los derechos LGBTI (+AUDIO)
Cuba no asistió a la sesión y en consecuencia no votó, cuando el Grupo Africano pretendía impugnar la legalidad del experto independiente sobre el tema, argumentando que la orientación sexual y la identidad de género no son universalmente reconocidas como derechos humanos. Así se buscaba impedir el trabajo del relator en defensa de los derechos de la comunidad LGBT.
El Gobierno de Cuba no votó, como mismo había hecho ya a finales de noviembre cuando los africanos intentaron por primera vez detener el mandato del experto independiente para los derechos LGBTI.
Redacción CPEM | Con información de lajornada