El ejercicio del periodismo independiente en Cuba, se constituye en una verdadera espada de Damocles y es que cuanto periodista u opositor se le ocurra realizar efectivamente su trabajo, tendrá que enfrentar en lo inmediato el peso de la mano férrea del castrismo.
Los familiares de estos profesionales no escapan de esta represión, donde las madres, esposas e hijos, se constituyen en blanco de amenazas, es dar donde más duela, tal parece que esta es la consigna de los agentes del totalitarismo que impera en la isla.
Casos como el de neo comunista Harold Cárdenas, y el del corresponsal extranjero como Fernando Rasvberg o reporteras de raza como Elaine Díaz, fundadora de un periódico digital que divulga las informaciones de las comunidades vulnerables en el país, representan el vivo ejemplo de cómo opera la vulneración de los derechos de estos ciudadanos en la cercada isla.
Sin embargo, tales acontecimientos no son nuevos, es una practica de vieja data, de hecho en la primavera de 2003, hace catorce años, el dictador Fidel Castro mandó a encarcelar a 75 opositores pacíficos, 27 de los cuales eran periodistas libres, entre ellos figuraba el poeta Raúl Rivero, quien por ‘armamento’ solo poseía varios bolígrafos, una máquina de escribir y una colección de literatura de escritores universales.
De aquella época a la actualidad, no hay diferencia. En estos momentos, el periodista Henry Constantín Ferreiro, desde hace unos meses vicepresidente regional de la Sociedad Interamericana de Prensa, es acusado por el régimen de “usurpación de capacidad legal”. Él está sujeto a medida cautelar y explicó que es una acusación traída por los pelos, en pocas palabras, inventada.
El periodista independiente Constantín Ferreiro, es director de la revista La Hora de Cuba, un medio independiente del periodismo oficialista. Este periodista, ha manifestado que es la cuarta vez que usan ese tipo de acusación contra los miembros de su revista, pero es la primera vez que lo ponen sobre el papel. La acusación le activa una medida cautelar que le impide viajar, incluso hasta otros municipios de Camagüey.
Frente a estos hechos, no cabe más que invocar la solidaridad y la unión de los periodistas independientes cubanos, en pro de rescatar la libertad de opinión y de expresión, independientemente de credos e ideologías particulares.
Redacción CPEM | Con información de diariolasamericas y martinoticias
