La violencia, la represión, las amenazas, los encarcelamientos y los allanamientos son las practicas frecuentes de las que se vale el régimen castrocomunista para sostenerse en el poder por casi seis décadas.
Dentro de estas practicas, destacan los allanamientos realizados frecuentemente a los dirigentes y miembros de organizaciones políticas opositoras y más recientemente a los denominados “cuentapropistas”, que son familias o personas que se han dedicado a trabajar para levantar un negocio propio e independiente del Estado en la isla caribeña.
Muchas de estas familias han invertido toda una vida para hacer realidad el porvenir de los suyos, pero al régimen, esta idea parece no convencerle y les ha tocado padecer el rigor de la mano férrea del castrismo.
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Un cuentapropista consultado reveló que tenia que vender caminando, no obstante, cuando le van a comprar tiene que pararse y atender al púbico, y es en este momento cuando las autoridades aprovechan para hacer de las suyas, imponiendo multas, solicitando documentos, decomisando las mercancías y en fin, presionando al vendedor para que desista de su trabajo, como si eso fuera un delito.
En tanto, una cubana expresó que todo lo que vive un opositor en Cuba, es un “abuso y un descaro” porque en “ningún país del mundo, se les quita las cosas, como se las quitan a los opositores aquí”. Mientras otra humilde cubana, agregó “los revolucionarios son malos, ellos son más criminales que los opositores, los opositores no se meten con nada (…) la polícia vive hostigándolos a ellos”.
Estos testimonios revelan la situación que viven cotidianamente los opositores y cuentapropistas en la islas y por otra parte, evidencia la situación de irrespeto que lleva a cabo el régimen con relación al ejercicio de los derechos humanos, un lugar donde se vulnera día a día el derecho a una vida digna.
Redacción CPEM