Así están los pobladores del más antiguo asentamiento de la isla, la Ciudad Primada Baracoa, entre la corrupción, el abuso por parte de los agentes castristas y a la espera de la ayuda de la ONU.
Y es que los pobladores del lugar, desde que el huracán Matthew impactó severamente la zona, no le han visto la cara a las tan esperadas ayudas humanitarias, mientras, siguen enfrentando carencias y una pobreza que ya alcanza una miseria extrema.
Muchos baracoenses se extrañan, porque de hecho, un informe de la Oficina de la Coordinadora Residente del sistema de Naciones Unidas en Cuba, ONU, elogió la entrega de ayuda humanitaria que hiciera la organización a las autoridades de Guantánamo, sin embargo, los pobladores aun se mantienen pasando todo tipo de penurias, así lo confirman varios de sus testimonios tras haber transcurrido seis meses de la catástrofe.
Roberto Quiñones, abogado y periodista independiente, aseguró que “La realidad es que la población no ha recibido casi nada de eso”.
Por otra parte, Francisco Luis Manzanet, uno de los promotores del Proyecto Humanitario Juan Pablo II, asegura que en Baracoa la gente sigue necesitada de alimentos, techos y otros artículos. Él opositor, que vive en Bahía de Mata, cercano a Baracoa, critica que el Gobierno se desentiende de los reclamos de la población.
Y aunque el informe de la ONU indica que de las más de 42 mil 300 casas afectadas por el huracán han sido “recuperadas” unas 30 mil 180, Manzanet asegura que las familias que perdieron sus viviendas tras Matthew, permanecen hacinadas en los albergues denominados “facilidades temporales” y, en decenas de casos, tratan de “componer sus casas con medios propios”.
CORRUPCIÓN Y ABUSOS DE LAS AUTORIDADES DEL RÉGIMEN
Otra de las frecuentes quejas de los pobladores del lugar, hace alusión a los frecuentes abusos a los que son sometidos por parte de los agentes del régimen y es que lo hacen porque cuentan con “plena impunidad”, aseguró Manzanet.
Uno de los hechos que da cuenta de estos abusos, fue cuando el pasado 30 de marzo las fuerzas del régimen en Baracoa, actuaron contra él y procedieron a confiscarle $178 CUC y $1.300 pesos en moneda nacional, destinados a las ayudas que brinda desde hace varios años el Proyecto Humanitario Juan Pablo II, a discapacitados, postrados, invidentes y niños.
Y tras confiscarle el dinero, como si esto fuera poco, se lo llevaron a la estación de policía de Baracoa, donde lo amenazaron con prisión. Según refiere este cubano, este es uno de los tantos episodios que han enfrentado en la región los opositores, que con el respaldo de organizaciones en el exilio, ayudan a los más necesitados sin que medien las autoridades castristas en las entregas, porque a la fecha, persisten la desconfianza con relación al destino de las ayudas humanitarias.
Redacción CPEM | Con información de martinoticias
