Nicolás Maduro anunció por cadena nacional que las cosas se pondrán “rojas, rojitas” para todo aquel que proteste en Venezuela… y está llegando el 19 de abril.
Iniciando las nuevas medidas, ordenó toque de queda a partir del lunes, redoblando amenazas de que no le “temblará el pulso” para “castigar férreamente” a los que se manifiesten en las calles.
Como muestra, Maduro hizo público un video de una supuesta delación de un activista opositor preso, que acusa a diputados de su partido de pagar dinero para generar violencia en las protestas contra el gobierno.
En la grabación aparece Alejandro Sánchez, quien fue arrestado el viernes junto con su hermano gemelo, José, en medio de una protesta.
Según diputados del partido “Primero Justicia”, el joven fue torturado para que hiciera esas declaraciones falsas. Y señalan: “A Alejandro lo colgaron de un brazo por 48 horas, le rociaron gasolina en la chaqueta y amenazaron con prenderle fuego”.
La denuncia ya fue hecha a las Naciones Unidas y la OEA.
El caso Padilla
Venezuela le copia el sistema a Cuba, ya que este “mea culpa” recuerda ―guardando las proporciones― al caso del escritor cubano Heberto Padilla, quien fue obligado frente a las cámaras de televisión a retractarse de sus escritos, especialmente de su poemario Fuera de Juego.
Tras su detención y un confinamiento de 38 días, Padilla pronunció un histórico discurso, conocido como La Autocrítica, en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Dijo: “Yo nunca me cansaré de agradecer a la Revolución Cubana la oportunidad que me ha brindado de dividir mi vida en dos: el que fui y el que seré”.
El exilio para el poeta comenzó en 1980, cuando el Gobierno cubano le permitió a Padilla la salida del país a instancias del senador estadounidense Ted Kennedy.
El escritor nunca se repuso. A pesar del apoyo internacional a Padilla, su compañera, la poetisa Belkys Cuza Malé, dijo a la BBC que el poeta “estuvo muy enfermo espiritualmente… nunca se pudo reponer de aquellos terribles momentos”.
Las Avispas Negras
Mientras tanto, opositores al régimen de Maduro denuncian que avistaron en un campamento en Los Teques, a 45 minutos de Caracas, a un grupo de cubanos, Avispas Negras, recién llegados a Venezuela.
La agrupación es especialista en lucha urbana, cuerpo a cuerpo; en sabotaje, destrucción de negocios urbanos e infiltraciones en marchas para destrozos que perjudiquen a opositores al régimen, según informes de fuentes fidedignas, con vínculos militares.
Las Avispas Negras llegaron a reforzar a los “colectivos” al servicio del gobierno de Nicolás Maduro. Avispas Negras es el nombre con que son conocidas las fuerzas de élite de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba.
Su presencia en Venezuela causa alarma a los dirigentes de la oposición que se han enterado de la llegada. Temen que el grupo se unirá, en la lucha, con otros miles de cubanos que ya se encuentran en la nación bolivariana, desde el gobierno de Hugo Chávez.
La semana
El cierre de la semana Santa sirvió de desahogo a los venezolanos, quienes le prendieron fuego a figuras del gobierno, en la clásica tradición religiosa de la “quema de Judas” que se realiza cada Domingo de Resurrección.
Los próximos días se muestran decisivos en cuando a enfrentamientos, ya que la nación bolivariana recordará el 19 de abril de 1810, fecha que marcó el inicio de la lucha por la independencia del dominio español en Venezuela.
La oposición anuncia para ese día la “La madre de todas las marchas” contra el gobierno. Por su parte el chavismo tiene previsto salir ese día masivamente a las calles de Caracas y otras ciudades. Con las fuerzas del gobierno aleccionadas y preparadas, cualquier cosa puede suceder.