Los casi 200 cubanos que se encuentran en el nuevo albergue dispuesto por el gobierno de Panamá en la provincia de Chiriquí, agradecen al presidente Juan Carlos Varela por permitirles estar en el país y no ser devueltos a Cuba.
Las condiciones son optimas. Cuenta con servicio médico permanente así como con seguridad por parte de los funcionarios del servicio de fronteras.
Los isleños comienzan a sentirse cómodos en el país centroamericano y no desestiman rehacer su vida “como un panameño mas”
Por tal razón, le piden a las autoridades una oportunidad para legalizarse en Panamá, en caso de que un tercer país no decida acogerlos.
Sin embargo no se olvidan de Cáritas, ni de cómo el diácono Victor Berrio les brindó refugio, comida y apoyo para evitar que los deportaran.
Allá aún quedan dos cubanas embarazadas prontas a dar a luz.
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“11 millones de esclavos en Cuba”
A todos ellos los une un sólo deseo, progresar y no volver a Cuba. Así de tajante son quienes expresan que la situación de su país natal no son las mejores para establecer una familia
“Nosotros no tenemos libertad, eramos 11 millones que tenía Fidel Castro y eso lo sabe todo el mundo”.
El servicio de migración panameño ratifica la opción de un tercer país como única salida para solucionar la crisis migratoria.
Redacción Cubanos por el Mundo