El pastor Ramón Rigal recibió una condena por parte de un tribunal cubano a 12 meses de cárcel por educación en el hogar, a sus propios hijos. Mientras que Adya, su esposa, pasará un año bajo arresto domiciliario.
Por esta sanción se realizará una protesta en la Embajada de Cuba en Washington, D.C, pautada para el medio día del próximo 17, en rechazo al castigo impuesto por el régimen comunista.
Ante tal movimiento se unió la Asociación de Home School Legal Defense (HSLDA, por sus siglas en inglés) se asoció con citizengo, el Fondo de Liderazgo Hispano y Concerned Women for America para protestar por el trato de la dictadura cubana contra Ramón Rigal y su esposa.
Según declaró Ramón, las autoridades emplearon el ensayo de tres horas más como plataforma de denuncia de las alternativas a la educación estatal que como un lugar para la entrega de la justicia.
La detención se produjo inmediatamente luego de que se conociera que comenzaron la educación en su hogar, a principio del año en curso. En el juicio le prohibieron el derecho de palabra al pastor y lo condenaron a un año de prisión.
“Ellos no me dejaron hablar en mi defensa (…) traje evidencia de que mis hijos fueron aprendiendo -portátiles y materiales- (pero) que no les importaba”.
“Con esta gente, el diálogo es inexistente” informó Ramón Rigal, por medio de un correo electrónico, a HSLDA. “Ni siquiera están interesados en saber si o no están violando las leyes. Nos quieren imponer lo que ellos deseen… ellos muestran una cara al mundo, mientras que, en la verdad, la cruda realidad es algo diferente”.
Según los esposos sus hijos recibían educación en su vivienda porque estos eran víctimas de acoso en las escuelas públicas de Cuba y además porque se enseña ideas que contradicen los valores de la familia.
Mike Donnely, director de alcance global de HSDLA indicó: “los estadounidenses se preocupan por lo que sucede a las personas en Cuba (…) si Cuba va a tener relaciones normales con los Estados Unidos, entonces el gobierno cubano debe saber que la educación en el hogar es una opción que debe ser permitido”.
La esposa del pastor agregó que teme por el futuro de su familiar, pero además por la congregación pastores Ramón. “Estoy preocupado por mis hijos y mi marido (…) sólo estamos tratando de hacer lo que es mejor para nuestros hijos. No quiero estar separado de mi marido. Nuestros niños lo necesitan. Nuestra iglesia necesita nuestro pastor. Mis hijos son muy tristes y preocupados “.
Redacción CPEM / Con información de WNB
