Para los guantanameros, la calidad de la picadillo distribuido por el Gobierno a través del sistema racionamiento ha venido disminuyendo al punto de considerarlo “para animales” y no aptos para el consumo humano.
El producto suele llegar una o dos veces al mes a las bodegas de la provincia y progresivamente la calidad ha venido en disminución, al punto de que la prensa oficial no ha podido evadir esta realidad.
“A veces llega demasiado ácido, con un olor fuerte, plagado de tendones y otros componentes que, cuando terminas de limpiar, apenas queda qué comer”, citó el semanario Venceremos, que recogió quejas de consumidores sobre ese y otros productos.
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“Es algo parecido a un natilla, pero de soya y vísceras de animales”, describió a DIARIO DE CUBA Mercedes Fistó, ama de casa jubilada. “Echándole todos los ingredientes que tengas a mano, puede que el perro de la casa se lo coma”.
“No creo que sea bueno para la salud humana”, dijo una residente en Isleta, al sur de la ciudad de Guantánamo. “En ocasiones viene cargado de sal, sin contar la casi nula presencia de masa consistente”.
Antes “daba gusto cocinarlo”, declaró un jubilado que descansaba en el portal de su vivienda.
“Tiempo atrás tenía mejor calidad, se le podía notar algo de carne. Yo iba a la carnicería con una jaba cualquiera y no había riesgo de que se me botara. Ahora tengo que ir con una vasija porque aquello es medio líquido, además de que trae una cantidad descabellada de tendones”, reseña Diario de Cuba
Según comenta Gisela Echavarría, ama de casa, ya no sabe en qué forma preparar el picadillo para que sea más agradable al paladar de su familia.
“La verdad es que ya no sé cómo voy a cocinarlo. Es tan aguado que da mala impresión, y no importa el condimento que le eches, sabe mal y los niños no quieren saber de él. Lo peor es que la situación económica está tan mala que a veces no hay otra cosa, pero si yo pudiera, no lo compraba”.
A través de las Tiendas Recaudadoras de Divisas, el régimen cubano vende picadillo usualmente de res, pollo y pavo, con mejor aceptación en cuanto a calidad, pero muchos consumidores se quejan de los precios.
“El picadillo de la TRD es bueno, pero trae muy pocos gramos y es muy caro. Hay de 95 centavos de CUC y de 1,10 y si a eso le sumas que tienes que comprar más de uno para una comida de cuatro personas, no da la cuenta. Poco a poco nos están matando de hambre”, criticó una maestra.
“Deberían mandar una inspección de La Habana para que valore la situación y prohíba la venta de esa cosa, que nadie sabe qué es”, afirmó Lorenzo García, residente en el reparto Caribe, sobre el picadillo del sistema de racionamiento. “Estoy seguro de que para Occidente no se atreven a asignar eso”, añadió, aunque las quejas se repiten también en esa zona del país.
“Mi esposa no lo compra, pero como lamentablemente en este país hay gente que pasa el mar por el fondo, le damos la libreta de abastecimiento para que lo coja a una vecina que tiene tres niños y vive sola”, concluyó.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario de Cuba