Días atrás, un teatro habanero acogió el Consejo Nacional de Federación Estudiantil de la Enseñanza Media, donde se abordó principalmente tres aspectos fundamentales: resultados de la convocatoria para ingresos a la Universidad, alumnos del 12 que no presentan las referidas pruebas y la importancia de incrementar el ingreso a las carreras pedagógicas.
La ministra de Educación, Ena Elsa Velásquez, acompañó a los 165 estudiantes que conforman el Consejo Nacional y además de informar que se había mejorado el índice de aprobados en las pruebas de ingresos a los estudios superiores, era la asignatura de Historia, en la que “se está lejos de lo que se quiere alcanzar”.
Reseña Diario de Cuba que para muchos, el interés de la Ministra no es mejorar los resultados de la asignatura de Historia de Cuba con que más estudiantes accedan a la educación superior, sino que más jóvenes logren recibir el mensaje ideológico cuya carga recae en esta asignatura.
Precisamente porque la historiografía castrista, aplica tal cual que “la Historia es una visión del pasado con ojos del presente”. Es decir, que la interpretación histórica prima sobre la objetividad de los hechos, y por tanto el pasado se cuenta de forma tal que justifique el sistema político imperante.
Es precisamente por ello que la ministra se ve angustiada porque estudiantes del último año de enseñanza preuniversitaria dejen a un lado las pruebas de ingreso a la Universidad, lo que podría pasar por más de una razón, según explica este artículo:
Por una parte, se mantiene en la sociedad la famosa “pirámide invertida”, un fenómeno por el cual muchas ocupaciones que demandan menor preparación académica —sobre todo las relacionadas con el turismo, la inversión extranjera o el emergente sector no estatal de la economía— reportan más ingresos que cualquier profesión que requiera nivel superior.
También habría que tomar en cuenta lo complicado que en ocasiones le resulta a un estudiante acceder a la carrera universitaria de su preferencia. Se debe llenar una boleta con diez especialidades, y después las autoridades universitarias otorgan las carreras de acuerdo con un escalafón y la cantidad de plazas disponibles. Eso significa que en no pocas ocasiones los estudiantes obtengan carreras que no satisfagan sus aspiraciones.
Lo anteriormente expuesto hace que muchos estudiantes estén motivados a alcanzar el título de bachiller, solicitado en una parte considerable para adquirir empleos en la Isla, y luego se encarguen de otra cosa mucho más lucrativa que formarse a nivel universitario.
Y por supuesto que a la señora Velázquez Cobiella le resulta preocupante el escaso número de graduados de preuniversitario que se deciden por carreras de perfil pedagógico. En ese sentido, la ministra le hizo un llamado a la FEEM para que la organización “ayude” a la captación de estudiantes para las carreras pedagógicas. Al referirse a la escasez de maestros y profesores que padecen todos los niveles de enseñanza, la alta funcionara aseveró que “este sigue siendo un tema complejo y serio en no pocos territorios”.
Resoluciones
Tras la realización del Consejo Nacional, el periódico Juventud Rebelde (edición del martes 30 de mayo) informó que para el próximo curso escolar 2017-2018 el 42% de los graduados de noveno grado irán a los preuniversitarios, mientras que el restante 58% matriculará en la educación técnica profesional.
De este último nivel, un 60% de ellos estudiará técnico de nivel medio y un 40% restante tendría que conformarse con ser obreros calificados. Lo nuevo consiste en que, entre las plazas de técnico medio, se incluyen las de profesor de secundaria básica e institutos politécnicos. Se trataría pues de una “maniobra de la señora Ena Elsa Velázquez y compañía en su desesperación por formar nuevos maestros”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario de Cuba
