Pegado con su móvil al vidrio de un bar de La Habana para aprovechar la conexión a Internet, fue como el periodista independiente, Serafín Morán, concedió una entrevista exclusiva a este portal. Atento a cualquier sonido y persona que pasaba detrás de él, este cubano relató los obstáculos que deben enfrentar los comunicadores para mantener informada a la población.
Él asegura que siempre anda sólo, escondiéndose de la mirada inescrupulosa de los policías que no dudan en arrestarlo y quitarle sus instrumentos de trabajo.
“Siempre estamos escondidos, andamos solos, somos una especie de llanero solitario” comenta Morán mientras mira hacia atrás por el sonido de una moto que lo puso en alerta “hay que estar pendiente porque la Seguridad del Estado te llega de repente y te da un golpe o envían a alguien para que te ataque”.
Este joven profesional ha vivido en carne propia el hostigamiento y las palizas propinadas por agentes del régimen comunista, que intentan callar las voces críticas a la dictadura. Pero Morán, así como varios de sus colegas, no se amilanan y por el contrario acrecienta su fortaleza. “Este es un trabajo bastante duro”.
Al no contar con medios locales para difundir su trabajo, Este cubano debe distribuir sus trabajos en memorias Flash o CD, pagados por su propio dinero. “Esa es la forma como distribuimos los videos, todo lo que sucede en otros países, ahorita estoy difundiendo todos los videos que salen de Venezuela para que la gente se entere porque Telesur no dice la verdad”.
Hasta hace poco, este periodista enfrentó una jugada de la Seguridad del Estado que le hubiese costado varios años en prisión. Un juicio donde se le culpaba de haber fingido su propio secuestro.
Pero su habilidad y conocimiento en las leyes cubanas, desmantelaron casi por completo el plan nefasto y logró salir victorioso. “No contaban con que yo sabía de leyes”, dice con cara de confiado, “un abogado fue conmigo y demostramos que lo del secuestro era mentira, que ellos me secuestraron y me dejaron abandonado en un monte”.
Pero el juicio no significó el final del hostigamiento, denunció que luego de este evento, recibió amenazas e incluso le dieron un ultimátum, tiene hasta el mes de septiembre para abandonar Cuba o de lo contrario será desterrado.
“La última vez que me citaron me dijeron que tenía que abandonar Cuba por voluntad propia. No tengo a donde ir y no me quiero ir, pero si no hago algo me esperan 10 años de cárcel o que me encuentren con un tiro en un monte, como me dejaron tirado ese día que me secuestraron”.
Cuando se le pregunto ¿qué se debe tener para ejercer esta profesión en la Isla comunista?, no dudó en decir “muchos huevos, mucha valentía”.
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Apoyo a sus colegas en Venezuela
Durante la conversación, Morán relataba con admiración como los periodistas venezolanos salen a las calles a cubrir lo sucedido mientras son víctimas de robos, golpes y todo tipo de atropellos por los funcionarios del régimen madurista.
“Ustedes los periodistas en Venezuela hacen un trabajo muy importante”, dice el comunicador, quien no pierde la esperanza de que algún día el pueblo de Cuba aglomere las calles para luchar por su libertad.
“Cuando Cuba salga como Venezuela, yo estaré allí, llevando balas de gomas, agua, gas, pero cubriendo, con mi cámara, con mi gente apoyándola, así como lo hacen los periodistas venezolanos”.
Aprovechó la oportunidad para enviar su solidaridad a sus colegas venezolanos y a todo el pueblo en general, afirmando que “aquí los cubanos los estamos apoyando, no el régimen, el pueblo los estamos apoyando”
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Situación de Daniel Llorente
Serafín concedió un espacio para hablar del opositor Daniel Llorente, quien valientemente ondeó una bandera de Estados Unidos frente a Raúl Castro en pleno desfile del 1 de mayo y que le costó su libertad.
Se conoció que se encuentra internado en el Psiquiátrico de Mazorra, donde, según Morán, lo obligan a tomar medicamentos y a ingerir alimentos que le están subiendo la presión arterial.
“Hoy me llamó y me dijo que tenía la presión alta. Lo están obligando a comer comida que le sube la presión, prácticamente lo están envenenando”, asegura el profesional.
Afirmó además que Llorente marcó pauta en la población, donde todos reconocen su valentía. “Incluso oficiales le dan la mano, realmente se ha convertido en algo para la sociedad”.
Para finalizar, expresó que no detendrá su labor de mantener informada a la población, además de mostrar a través de su teléfono inteligente las maravillas de Cuba, donde este redactor pudo ver un impresionante “almendrón” de los años 50 y el imponente Hotel Manzana Kempinski.
Redacción Cubanos por el Mundo
