Scott Lahodik, un exmilitar estadounidense que se gana la vida buscando pelotas de golf, tuvo un encuentro cercano con un cocodrilo en un lago de Fort Myers que nunca podrá olvidar.
El hombre se metió al agua para sacar las esferas, cuando de pronto sintió como el reptil mordió su brazo e intentó ahogarlo.
“Empecé a pegarle y pegarle hasta que me soltó el brazo. Estaba en el agua hasta la cintura, y cuando metí el brazo para buscar las pelotas, de pronto sentí que me lo habían mordido. Vi que era un cocodrilo que se lo había metido hasta el fondo de la garganta y comenzó a arrastrarme hacia el fondo del agua”,
Lahodik fue trasladado de emergencia al hospital de Fort Myers, sangrando profusamente. El exmilitar dijo que golpeó repetidamente al cocodrilo en los ojos hasta que pudo salir del agua.
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Agotado y débil por la batalla con el animal, Lahodik pensó tirarse en el campo de golf, pero después se dio cuenta de que se iba a desangrar si lo hacía, de modo que subió a un carrito y salió a toda velocidad en busca de ayuda.
Su esposa, Maritza Lahodik, dijo que nunca olvidará la llamada de su esposo momentos después que escapó del ataque del enorme animal.
“Sucedió un milagro. Creo que Dios lo protegió e impidió que muriera”.
Lahodik se retiró del ejército en 1988. Necesitó unos 400 puntos en el brazo y dijo que después de lo ocurrido no regresará a ese tipo de trabajo.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald
