Luego de estar más de un mes frente a las oficinas de la Cruz Roja en la capital de Surinam, un grupo de 16 cubanos parece no tener esperanzas de lograr un futuro en el país caribeño
Los migrantes exigen acceso a medicinas, educación para sus hijos y trabajo para lograr mantenerse, pero el gobierno de ese país, aliado del castrismo, les impide desempeñarse y por el contrario amenazan con deportarlos.
Los isleños llegaron el pasado noviembre de 2016 beneficiados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En una entrevista con el portal Martí Noticias, Ivoyni Moralobo Melo, vocera del grupo, expresó que al iniciar los trámites del refugio especificaron dichas necesidades.
“Cuando llegamos aquí, que nos dieron el formulario a llenar, ese formulario dice que si necesitas escuela para aprender el idioma, si tenías alguna enfermedad y requirieras tratamiento, si teníamos niños que fueran a la escuela y si estabas interesado en trabajar y por supuesto, pusimos que sí”,
En el grupo existen cuatro niños de entre ocho a 12 años. Entre los mayores, 5 tienen padecimientos de diabetes, hipertensión arterial, otro con un proceso alérgico, y una menor con fuertes dolores en una pierna.
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Al ver el estado de estos cubanos, un médico local se acercó para revisarlo y les ofreció recetas médicas de manera gratuita.
La cubana asegura además que el país no tiene la estructura para albergar a refugiados, por lo que piden a la ACNUR una solución
En la actualidad Moralobo Melo, su esposo Villegas Marrero, dos hijos menores de ambos y Pavel Herrera Hernández ostentan la categoría de refugiados, los 11 restantes aún esperan a ser entrevistados por la ACNUR o otros “el estatus que tienen es ‘el papel de demanda de asilo’, que es de un año”, dijo la mujer.
Recordemos que el pasado mes de junio, el presidente de Surinam, Desi Bouterse, informó que los cubanos no serían recibidos en su nación ya que “Cuba es una nación amiga”, alegando que los cubanos vienen a “jugar” obviando que huyen de una dictadura.
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“Con las palabras que tuvo el presidente, nosotros no podemos estar aquí, pues entonces que nos den un reasentamiento, pero ella (la funcionaria que les entrevistó por última vez) dice que es muy difícil”, explicó la mujer.
Ivoyni Moralobo concluyó que la situación educacional empeora cada día que pasa.
“Es un año más sin los niños ir a la escuela, porque no tienen programas de adaptación para la escuela. Ya perdieron este curso y volverán a perder el curso que viene”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias
