En Cuba el emprender un negocio es difícil, en un país dominado por una dictadora desde hace más de medio siglo y además cercano por un bloqueo económico, por lo que los emprendedores recomiendan al Gobierno de Trump medidas para fortalecer el sector privado en la isla, reseñó EFE.
Donald Trump prometió cambiar los lazos que dejó Barack Obama con La Habana, y lo ejecutó, ahora los cubanos cuentapropistas han hablado de cómo las agencias reguladoras podrían encarrilar políticas que les ayuden, demostrando además su preocupación por un retroceso en las relaciones entre ambas naciones.
Las medidas de la administración de Trump señalan que, hay una necesidad de fomentar y hacer crecer el naciente sector privado en Cuba como un principio básico para los cambios normativos hacia Cuba, pero advierten, que la mayoría de los cuentapropistas se preocupa por las regulaciones a los estadounidenses de viajar y, a su vez, perjudique al creciente sector.
“La mayoría de los empresarios cubanos consideran que las relaciones entre los (gobiernos de) EEUU y Cuba son positivas para sus negocios, y muchos desarrollaron su modelo de negocios bajo esta premisa (…) Instamos a EEUU a que continúe el diálogo y la cooperación con el Gobierno cubano y otras entidades cubanas”.
Como una opción para que los cuentapropistas puedan mejorar en Cuba, estos ponen como recomendación el permitirles a los cubanos la apertura de cuentas bancarias en Estados Unidos, permitir que estadounidenses individuales puedan viajar a Cuba y dejar que los empresarios cubanos tengan más acceso a las exportaciones estadounidenses.
“Los empresarios cubanos están ansiosos por contar cómo la política de EEUU puede apoyarlos mejor a ellos y a sus negocios, y me alegro de que estén en Washington en este momento tan importante para compartir sus historias”, declaró Emily Mendrala, directora ejecutiva del Centro para la Democracia en las Américas.
“Los últimos dos años han demostrado que el compromiso entre EEUU y Cuba es positivo para el pueblo de ambos países, especialmente los empresarios de la Isla”.
Nidialys Acosta y Julio Álvarez, cofundadores de NostalgiCar, un taller de restauración para automóviles clásicos estadounidenses y servicio de autos de lujo; Robin Pedraja, fundador de Vistar Magazine, una publicación digital independiente, Reymel Delgado, fundador del Estudio 50, un negocio de producción audiovisual en Cuba, son los firmantes de las misivas.
Además, Niuris Higueras Martínez, fundadora del Atelier, uno de los paladares más exitosos de La Habana; Celia Mendoza, fundadora del Concierge Habana, que ofrece servicios VIP y especializados a visitantes extranjeros; Julia de la Rosa, copropietaria del hostal La Rosa de Ortega B & B, que aparece en Airbnb, y Yamina Vicente, fundadora de Decorazon, una empresa de planificación y decoración de fiestas.
Las modificaciones que tomaría Estados Unidos a la política de Obama están orientadas a frenar los negocios de estadounidenses con empresas militares cubanas, la mayoría en el país, y restringir las visitas a la Isla.
Pero a los cuentapropistas, como los bautizó el régimen, son víctimas de restricciones internas que no le permite funcionar como empresas privadas.
Redacción Cubanos Por el Mundo
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