El régimen cubano le dio vida a los cuentapropistas pero los persigue convirtiéndose en el verdadero enemigo del sector privado. Persecuciones, amenazas, tácticas para sembrar el miedo, forman parte del día a día con el que deben lidiar los trabajadores por cuenta propia, en un país que ha vivido durante años oprimiendo a las industrias, nacionalizando y expropiando, dejando a sus ciudadanos a merced del trabajo estatal.
Tras el proceso de apertura a la economía, llegaron los cuentapropistas a incorporarse, sin lograr del todo liberarse del yugo de las autoridades de la isla, quienes desde entonces los han mantenido bajo amenaza para mantenerlos pisado y evitar el “enriquecimiento” como han asegurado.
“No hay una ley que te respalde y todo te conlleva al delito. Por defender un derecho lo que hacen es marcarme” comenta uno de los cuentapropistas, quienes hablan ante las cámaras sólo en condición de anonimato por temor a ser reprehendidos por las autoridades de la isla.
Los más afectados han sido los conductores de bicitaxis. “Una serie de prohibiciones, por ejemplo en las calles. Es absurdo. ¿Qué soberanía? ¿Qué libertad? Ninguna” comenta uno de los afectados.
Redacción Cubanos por el Mundo