En la primera mitad del año, el turismo ha sido la tabla de salvación. La historia de las calles, la cultura que apasiona y el color de las playas cubanas mantuvieron a flote la economía, recibiendo un 23,2 por ciento más de turistas que en el periodo anterior.
Pero esta es sólo una de las patas de la mesa, mientras las otras tambalean. Otros sectores de la economía no han alcanzado los objetivos, según ha admitido el propio gobierno.
El turismo ayudó a impulsar la economía cubana a un crecimiento de 1,1 por ciento en el primer semestre de 2017, pero otras áreas de la economía se convirtieron en desempeños inferiores a la media, ya que Cuba enfrentó una crisis de efectivo y dificultades para obtener créditos comerciales.
Las entregas de petróleo de Venezuela también se desplomaron, una sequía se apoderó de la isla y los precios de las materias primas fueron débiles – comiendo en ingresos de exportación, reseña el Miami Herald
La Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba, a puertas cerradas presentó un informe donde el ministro de Economía, Ricardo Cabrisas, explicó los puntos altos y bajos de la economía en lo que va de año. El año pasado, la economía cubana disminuyó un 0,9 por ciento, por lo que un ligero repunte representó un progreso. “Incluso en medio de circunstancias complejas, se ha logrado un modesto resultado alentador”, dijo Raúl Castro durante un discurso en la Asamblea Nacional.
Además del turismo, los sectores de construcción, transporte, comunicaciones y agricultura no azucarera contribuyeron a los resultados ligeramente positivos, dijo Cabrisas.
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Funcionarios cubanos han estimado una expansión económica de 2 por ciento para 2017, pero incluso un 1,1 por ciento de crecimiento durante la primera mitad del año levantó algunas cejas.
“Esa fue una sorpresa, pero esencialmente todavía están hablando de estancamiento”, dijo Richard Feinberg, profesor de la Universidad de California en San Diego, y autor del libro “Open for Business: Construyendo la Nueva Economía Cubana”.
“Las principales fuentes de crecimiento no pueden compensar las caídas en otros sectores”, dijo el economista Carmelo Mesa-Lago. La cosecha de azúcar no alcanzó su objetivo; Los precios del níquel son mejores pero todavía débiles en comparación con los precios medios en 2014-15, las importaciones bajan, las exportaciones de productos y servicios han disminuido y se ha producido una reducción en el suministro de petróleo, dijo.
“La segunda mitad del año será peor que la primera”, dijo Mesa-Lago. “Yo diría que el estancamiento o crecimiento es muy pequeño.”
A pesar de que gran parte de la deuda de Cuba ha sido perdonada o renegociada, Cabrisas esbozó un escenario en el que Cuba tiene dificultades para obtener créditos comerciales debido a pagos atrasados a los proveedores. Los ingresos de exportación durante la primera mitad del año se redujeron en más de 400 millones de dólares y se esperaba que las importaciones fueran 1.500 millones de dólares menos que el nivel previsto para finales de año.
“La reducción de las importaciones afecta sustancialmente a todo lo relacionado con la economía. La falta de insumos para la fabricación podría reducir la producción “, dijo Mesa-Lago, profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh. A pesar de que el turismo parece estar tarareando, también requiere alimentos y otras importaciones para los viajeros.
“Lógicamente, este crecimiento supone una mayor presión sobre todos los servicios de apoyo y suministros para responder al mayor número de visitantes”, escribió José Luis Rodríguez , ex ministro de Economía de Cuba, en un artículo que apareció en Cubadebate, un sitio web afiliado al gobierno.
Pero hasta ahora este año, el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, ha pintado un cuadro atractivo para el turismo. En un discurso citado por ACN, la agencia de noticias cubana, Marrero, dijo que a lo largo de junio, 2,67 millones de viajeros internacionales habían visitado Cuba, lo que la situó en una fácil distancia de superación del récord del año pasado de poco más de 4 millones de llegadas internacionales.
Marrero predijo que Cuba terminaría el año con 4,7 millones de visitantes internacionales, 500.000 más de lo que se había anticipado. En 2018, dijo, Cuba espera recibir 5 millones de visitantes, lo que requerirá un aumento en el alojamiento.
Actualmente, Cuba cuenta con 67.769 habitaciones de hotel. Planea agregar otras 431 habitaciones al final del año como parte de un plan para construir 100.000 habitaciones hasta el 2030, según Marrero. Eso se complementa con 22.000 habitaciones actualmente en alquiler en casas particulares.
Mientras tanto, los ingresos por turismo no han seguido el ritmo del crecimiento de los visitantes – un factor que algunos comentaristas de los medios de comunicación estatales han puesto de relieve. A pesar de que las llegadas de turistas aumentaron un 23 por ciento, Marrero estimó que los ingresos provenientes del turismo aumentaron sólo un 9 por ciento a 1.500 millones de dólares durante los primeros seis meses del año. El gobierno ha calculado que Cuba cerrará el año con 2.755 millones de dólares en ingresos por turismo.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Miami Herald
