El temor merodea. Con mayor celeridad se han ido cerrando las oportunidades a los emprendedores cubanos, que con las que se le han abierto puertas.
El reciente anuncio sobre la suspensión de permisos “por el momento” para modistas y sastres, organizadores de bodas o vendedores de calzado… ni para otras actividades de más peso económico, como restaurantes, transporte, cafeterías y alquileres de vivienda a extranjeros” temen se trate de una sentencia de muerte a los “paladares”, pequeños restaurantes típicos de la isla.
No obstante, otras actividades como negocios ambulantes de productos agrícolas o vendedores de discos de películas y música no podrán obtener nuevas licencias “de forma definitiva”.
QUIZÁS DEBAS VER: “Definitiva” es la medida del régimen contra actividades del sector privado
Aunque el anuncio, no supone la eliminación de los paladares, porque ya estas licencias fueron otorgadas, en la población se teme que esto sea un anuncio de algo peor.
“Yo abrí una paladar (restaurante) cuando empezaron a permitir los cuentapropistas en la década del 90. Y luego empezaron a halar la soga poco a poco hasta que cerraron las paladares”, cuenta Marcos O. en conversación telefónica con BBC Mundo.
El éxito de los paladares, no ha sido bien recibido por el régimen. La historia de Marcos, responde a un ciclo que se repite en Cuba. Él había ya perdido su negocio en Cuba, decidió emigrar a Estados Unidos, donde permaneció por más de una década.
RECOMENDADO: ‘Todo lo perdí’: cubanos reaccionan a suspensión de licencias del sector turístico
Sólo hace 5 años, decidió volver a Cuba y probar suerte en el sector privado. Desde entonces, la pesadilla se ha mantenido, a pesar de que Raúl Castro haya asegurado en reiteradas ocasiones, que no habrá vuelta atrás con el cuentapropismo. En Cuba, nada está garantizado.
Según cifras oficiales, el sector privado lo integran unas 500.000 personas y unas 400 cooperativas, en una población cercana a los 11 millones de habitantes. Son ellos, no obstante, en quienes el gobierno tiene puesta la mira como fuente de ingresos para la “reestructuración del modelo socialista” cubano.
Pero durante la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento que se reúne dos veces al año, Castro asomó la medida de este lunes. Resaltó “la calidad” y la “validez” del “cuentapropismo” en la economía de la Isla; pero lamentó “la ocurrencia de desviaciones e ilegalidades en el ejercicio de las nuevas formas de gestión”.
Serían precisamente, según la prensa oficial, las razones por las que no se otorgarán nuevas autorizaciones, buscando así “perfeccionar” el trabajo por cuenta propia. Pero para Ricardo Torres, doctor en Ciencias Económicas e investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana, no queda claro qué entiende el gobierno por “perfeccionamiento”.
En opinión del experto, a partir de lo que ha leído en la nota de Granma, la medida tendrá puntos positivos, como la entrega de permisos para la apertura de bares privados, la asociación de nuevos taxistas particulares a cooperativas y la agrupación de varias licencias de actividades similares en una misma (como la vinculada a los servicios de belleza).Es decir, simplificará burocracias y abrirá nuevas alternativas .Pero considera que, en sentido amplio, traslucen una “evidente restricción”.
“En general, aunque en el anuncio oficial se habla de perfeccionamiento, por lo que se lee en la nota, las medidas parecen tener un sentido restrictivo. En lo que leo, hay más elementos que limitan que los que pueden ofrecer soluciones “, dijo a BBC Mundo.
Las medidas, al parecer, buscan también un mayor control fiscal de las iniciativas privadas que, a partir de ahora, deberán contar con una cuenta de banco desde la que el gobierno podrá supervisar los ingresos. La viceministra primera de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó, aseguró a Granma que las normativas no implicarán un retroceso en el desarrollo de la actividad privada.
“Se pretende consolidar la organización y el control del trabajo por cuenta propia, de manera tal que este continúe avanzando de manera ordenada y eficiente”, afirmó. Sin embargo, para el economista cubano Mauricio de Miranda, profesor titular de la Universidad Javeriana de Cali, resulta llamativo que varias de las actividades cuyas licencias no se seguirán emitiendo se encuentran entre las más lucrativas o entre aquellas que satisfacen necesidades inmediatas de la población y por las cuales la gente está dispuesta a pagar.
“No tengo certeza de las razones que llevaron a esto, pero lo que llama la atención es que las que no se seguirán entregando son varias que generan empleo y que permiten una relativa prosperidad a sus dueños, con retornos financieros relativamente rápidos. Con todo y lo que han dicho los funcionarios, no le encuentro sentido a esta medida”, explicó a BBC Mundo.
Redacción Cubanos por el Mundo /