Por los múltiples “ataques acústicos” que han recibido 21 diplomáticos estadounidenses que residían en Cuba, el país norteamericano advirtió este domingo que evalúa cerrar la embajada en la isla.
Reiteran que esta decisión es tomada debido a la serie de inexplicables incidentes que han dañado la salud de los diplomáticos. “Lo tenemos bajo evaluación” afirmó Rex Tillerson, secretario de Estado.
Tillerson, además declaró en el programa “Face the Nation” de la cadena CBS, que “esta situación es muy grave en el sentido al daño a la salud que ciertos individuos han sufrido. Hemos tenido que traer a casa parte de ese grupo”.
Detalló que los afectados siguen presentando pérdida auditiva crónica o conmoción cerebral, mientras que otros sufren náuseas, dolores de cabeza y zumbidos. Otros tienen dificultades para concentrarse o para recordar hechos recientes, reseñó el Nuevo Herald.
A pesar de los síntomas que presentan los diplomáticos no se ha determinado las causas ni los culpables, pues Cuba niega haber sido la responsable de estas afecciones y ha enfatizado que está dispuesta a ayudar en la investigación.
Las autoridades estadounidenses intuyen que este agravio fue ejecutado con un arma electromagnética. Y no descartan que pueda venir de otro país o simplemente un sabotaje en el interior del aparato de seguridad cubano.
Por ello, en Washington, algunos legisladores han activado la voz de alarma sobre lo ocurrido y han pedido que se cierre la embajada. El viernes, cinco senadores republicanos le escribieron a Tillerson pidiéndole no solo que cierre la embajada sino también que expulse a todos los diplomáticos cubanos en suelo estadounidense.
“La negligencia de Cuba a la hora de proteger a nuestros diplomáticos y sus familias no puede quedar sin castigo”, dijeron los legisladores, entre quienes estaban el senador Marco Rubio de Florida y el segundo senador republicano de mayor rango en la cámara alta, John Cornyn de Texas.
Redacción Cubanos Por el Mundo