Los abusos de poder llevaron a Ramón Adnier Benítez Machado, cubano de 23 años, al borde de la desesperación. Su vida ahora corre peligro en una prisión de inmigrantes, en Panamá, donde según denunció existe “una cacería humana” hacía los extranjeros ilegales. teme ser deportado a Cuba, de donde intentó escapar en busca de libertad.
Fuimos detenidos junto a nuestras mujeres y luego nos separaron. A ellas las sometieron a tortura psicológica. A nosotros nos maltratan y golpean, estamos en una prisión secreta para inmigrantes. No nos informan nada. El presidente y el ministro de seguridad de Panamá son unos genocidas”.
El joven fue detenido por funcionarios de inmigración el pasado 21 de agosto y arrestado junto a unos 10 cubanos y otros inmigrantes extranjeros, en condiciones muy hostiles y sin respeto a sus derechos básicos.
“Hay detenidos de todas partes del mundo. Nos violaron los derechos, los presos han perdido la calma, se han querido ahorcar, otros intentaron cortarse las venas, andan todos estresados”.
Agregó que Evelin Veldia es el nombre de la oficial panameña que “torturó” a las esposas de muchos cubanos apresados. Acusó al presidente de Panamá de estar en complot con el Régimen cubano para perseguirlos.
“¡El presidente Valera está en complot con los Castro, todos son genocidas, asesinos, corruptos! nos cayeron a golpes, a mi me partieron el dedo, nos trajeron injustamente aquí, no tenemos que estar aquí y nos trajeron la tropa anti motín de Panamá para que nos mate. ¡Queremos libertad!”.
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Pese a su lucha por vivir en libertad, para lo cual salió de Cuba y recorrió varios países, ahora Benitez se enfrenta a la posibilidad de ser deportado a su país natal, una de las peores cosas que le podría pasar.
“Temo mucho que me vayan a enviar a Cuba. ¡Podrían encarcelarme!”.
Emprendedor sin libertad
Benitez Machado es optometrista y huyó de Cuba en enero tras la persecución que las autoridades iniciaron desde el 2015. Trabajaba como cuentapropista, en un negocio de elaborar helados, el cual mantuvo “legalmente” por un término de tres años hasta que el Régimen le decomisó la pequeña fábrica y lo detuvo.
‘’Estuvo arrestado primero siete días en la Unidad Territorial de Investigaciones de Acosta y 10 de octubre y luego por 28 días en el centro de retención de la policía (conocido como) Vivac”, apuntó su novia, que prefirió el anonimato por miedo a represalias en Cuba, donde reside.
En esa ocasión, destaca la novia que le fueron decomisados nueve neveras y varias máquinas de elaboración de helado. El proceso penal terminó con la imposición de una multa de 7500 pesos en moneda nacional, la cual tuvo que pagar en un plazo de 72 horas. Las causas principales que generaron el incidente habían sido la procedencia dudosa de la materia prima.
Redacción Cubanos Por El Mundo
