El misterio de los ataques contra diplomáticos de Estados Unidos en La Habana llega hasta la fiscalía general. Jeff Sessions, fiscal general, no quiso responder las preguntas hechas por los periodista sobre este tema, alegando que las investigaciones arrojen algún resultado, reseña el Washington Examiner.
“No puedo confirmar ni negar la existencia de una investigación sobre este asunto”, dijo Sessions tras ser cuestionado por el senador demócrata Patrick Leahy.
Para el fiscal, el hecho de que ninguna agencia gubernamental no haya ofrecido algún tipo de prueba sobre estos presuntos “ataques acústicos”, no le permite dar detalles al respecto.
“Bueno, no ha sido confirmado por una agencia gubernamental autorizada, no creo. Simplemente no puedo comentar”.
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Cuando se les preguntó por qué les tomó tanto tiempo a los funcionarios estadounidenses movilizar un esfuerzo para examinar lo sucedido, Sessions dijo solo eso, “consideraré sus preocupaciones”.
El ataque sigue siendo un misterio, ya que la administración Trump ha dicho muy poco sobre lo que sucedió o quién sospecha que está detrás de él, señala el Examiner.
El presidente Trump, sin embargo, dijo el lunes que cree que los funcionarios cubanos tienen la culpa.
“Es un ataque muy inusual, como saben, pero creo que Cuba es responsable”, dijo Trump.
Muchos especulan que Cuba estaba experimentando con equipos para espiar a los funcionarios de Estados Unidos, y que posiblemente algo funcionó mal.
Otra señal de que los Estados Unidos culpan a Cuba fue la decisión de la administración Trump de expulsar a 15 diplomáticos cubanos, concluye el reporte.
Redacción Cubanos por el Mundo
