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Cubanos pasan más de 10 horas diarias buscando “qué comer”

Tanto el Gobierno como los pobladores cubanos se mantienen expectantes ante la llegada de Trump al poder | archivo
Tanto el Gobierno como los pobladores cubanos se mantienen expectantes ante la llegada de Trump al poder | archivo

Comer en Cuba es un desafío que lleva a muchos isleños a caminar más de 10 horas diarias en busca de alimentos. Los cubanos deben madrugar para “zapatear” debido a la escasez alimentaria que ha ido en aumento desde el paso del huracán Irma a principio del mes pasado. El alto costo de la comida hace que opten por dividir una sóla comida en tres, reseña un reportaje de CubaNet

Así lo asegura un estudio realizado por especialistas y estudiantes de la Facultad de Psicología de La Habana, en el que se indica que “en algunos hogares se suele invertir más de diez horas diarias tan solo en la búsqueda del alimento, en hacer filas inmensas en los pocos comercios donde se venden aquellos alimentos que más escasean, además del famoso “zapatear” a veces por un poco de arroz o frijoles”.

Leyma Cobas, socióloga que lidera la investigación, asegura que “los cubanos podemos pasar el día entero en tareas relacionadas con buscar comida, con zapatearla de un lado a otro, donde aquel dice que sacaron esto o aquello para allá vamos”.

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Esta dramática situación está inciendo negativamente en la calidad nutricional de la población cubana. El cubano está comiendo menos y los alimentos son de menor calidad. Algunos que dicen comer tres veces, en realidad lo que hacen es dividir una comida en tres.

Mayelín Álvarez, del hospital Julio Trigo, en Arroyo Naranjo, conoce bien la realidad de muchos de sus pacientes, afectados por la crisis alimentaria.

De tres diarias, desayuno por la mañana, almuerzo al mediodía y comida en la tarde-noche, por lo general los cubanos están haciendo una sola, en algunos casos ha desaparecido el desayuno”.

Según explicó en muchas familias, el desayuno, la comida más importante del día, se reduce a un café y un pedazo de pan. Así arrancan su día la mayoría de los cubanos, que con suerte verán una  o dos comidas más, como máximo.

Hay quien dice que hace tres comidas pero, cuando las describe, te das cuenta que es una sola distribuida en tres tiempos, comidas sin valores nutricionales que ayuden a soportar el desgaste físico diario. Alguien que pasa horas caminando o subido en una guagua repleta en pleno agosto, día, tarde y noche, con todos los demás problemas de la vida diaria, ¿puede decir que se alimentó con arroz y croqueta de harina? Esa es la comida diaria de muchos cubanos”.

Comer es lo que más preocupa

Un grupo de jóvenes estudiantes de Trabajo Social, del municipio Diez de Octubre, desarrolló una encuesta sobre el nivel de vida de la barriada Luyanó, una de las más pobres de La Habana, que obtuvo resultados preocupantes.

César Enrique, uno de los encuestadores, explicó que la mayoría de los participantes, incluyendo jóvenes y adolescentes, manifestaron que su preocupación diaria más frecuente es ¿qué comerán ese día?.

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Entrevistamos a cien personas entre viejos, jóvenes, hombres y mujeres, negros y blancos, todos mayores de dieciocho y aunque sabíamos que la respuesta aparecería entre las más votadas, no esperamos que 54 personas la marcaran con el uno. Incluso jóvenes que uno pudiera imaginar que marcarían otras preguntas (…) por la ropa, el novio, casarse, viajar, los estudios”.

Importaciones en baja

En las tiendas recaudadoras de divisas (TRD) la disponibilidad de carnes, pollo y latas de pescado se ha visto reducida el último mes. “Antes del paso del ciclón ya no había casi nada. Lo que queda lo tienen a precios exorbitantes, a los que ningún trabajador puede comprar”, explica Magalis, una cliente de la tienda La Casa Mimbre.

Cuba redujo en más de 1.500 millones de dólares las importaciones en el primer semestre del año, lo que a juicio de los economistas tiene un efecto directo en el agravamiento del desabastecimiento en las tiendas estatales.

“Abrieron recientemente un mercadito aquí cerca (de La Casa Mimbre), pero entre las colas, lo poco surtido y los precios altísimos no vale la pena ir”, comentó la cubana.

“Hay un queso italiano que supongo que sea de los peores en el mercado mundial, pero aquí un solo kilogramo vale 20,05 CUC, más que el sueldo de un mes. Por mí se puede pudrir de viejo”.

Redacción Cubanos Por El Mundo

 

 

Written by María Fernanda Muñóz

Periodista venezolana. ¿La mejor arma? Humanidad. Pasión se escribe con P de periodismo

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