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Régimen intenta explicar “ataques acústicos” aprovechando las novelas

Cola en la embajada de Estados Unidos en La Habana
Cola en la embajada de Estados Unidos en La Habana / Foto: Cortesía

Para algunos puede parecer común, pero en la Cuba comunista todo lo que hace el régimen es con un propósito específico. Recientemente, luego de meses sin decir una palabra, el castrismo decidió lanzar una especie de reportaje para tratar de explicar los supuestos “ataques acústicos” que sufrieron diplomáticos de EE.UU en La Habana.

Para ello, usó el espacio de mayor sintonía, el de las telenovelas. Fue allí donde el material audiovisual salió a relucir a ojos de todos los cubanos para dejar claro que el castrismo no tuvo nada de que ver y que Estados Unidos se niega a dar información.

El primer argumento que dan es que los equipos sónicos o armas, son “demasiado grandes” para pasar por la aduana cubana sin que sean detectados por las autoridades. Sin embargo, el redactor de un artículo en Diario de Cuba fustiga dicha defensa, ya que las motos eléctricas, prohibidas por el régimen, son igual de grandes y pasan por el aeropuerto.

Otra de las cosas que se exponen en el reportaje es que el gobierno de los Estados Unidos no permitió el acceso a las víctimas ni mayor información sobre estos “ataques” algo que les dificulta a los investigadores cubanos su trabajo.

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Burlas a la Seguridad del Estado

Para intentar lavarse las manos y dejar en alto su brazo represivo más importante, la Seguridad del Estado, el castrismo asegura que el responsable de la seguridad en la embajada de EE.UU no se percató de los ataques por lo tanto es su responsabilidad y no de los agentes represores, a pesar de estar estipulado en la convención de Viena.

“Según el programa televisivo, la seguridad cubana sí funciona; de hecho, las autoridades cubanas no han dejado de investigar. Han entrevistado a los vecinos de las víctimas para ver si habían sufrido algún síntoma similar. Han peinado las locaciones de los sucesos buscando fuentes de infrasonidos sin hallar nada anormal. Incluso hicieron un estudio que les permitió probar que las cigarras y grillos pueden emitir sonidos que alcanzan los 90 y 95 decibeles respectivamente y, por consiguiente, esos insectos podrían ser los causantes de los síntomas alegados por los diplomáticos norteamericanos”, dice parte del artículo.

Complot

Haciendo uso de un lenguaje prepotente y poco considerado, durante todo el reportaje se sigue la linea comunicacional establecida por el canciller cubano Bruno Rodríguez, quien asegura que los “supuestos” e “hipotéticos” ataques no ocurrieron en Cuba.

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“Si tomamos este especial informativo como una declaración oficial del Gobierno cubano (que lo es, dado que es el dueño de la televisión que lo transmitió), entonces su postura es clara: todo esto es un invento, no hay en realidad ni ataques ni víctimas. Es un complot de la “extrema derecha anticubana” (según el especial, la única beneficiada con la situación) para “presentar a la Isla como presunta atacante”. Marco Rubio se ganó el personaje de antagonista por excelencia, de villano tota”, dice el autor del artículo en Diario de Cuba.

Para finalizar, el redactor insite en que “el esperado reportaje que informaría al pueblo resultó una sarta de contradicciones bastante intrincada de explicar. El cubano promedio sacará de ella la conclusión de que todo no es más que una nueva agresión de los estadounidenses a Cuba. La víctima somos nosotros, eso es lo único que se entiende clarito. Y que Marco Rubio es el culpable”.

Redacción Cubanos por el Mundo

Written by John Márquez

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