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Cuba y Rusia terminan de afianzar sus lazos

Cuba y Rusia vuelven a estrechar sus manos
Cuba y Rusia vuelven a estrechar sus manos

Los lazos entre el régimen cubano y Rusia este mes de octubre terminaron de afianzar sus alianzas y estrategias comerciales, sobre todo en el ámbito petrolero, según la agencia de noticias rusa Tass, en Kremlin.

Para este mes se acordó ampliar los envíos de petróleo ruso hacia Cuba y profundizar la cooperación con la isla en este campo, debido a que Venezuela su principal fuente petrolera se encuentra desenfocada, por sus problemas políticos y económicos.

A muchos les perece irónico que mientras Cuba disputa sus buenas relaciones con Estados Unidos, sus lazos con Moscú vuelven a estrecharse. Pero lo cierto es que estos países desde hace años han tenido lazos que los comunican.

En julio de 2014, el periódico Kommersant, de Moscú, publicó que Rusia quería reactivar su base “Lourdes”, en Cuba. Cerca de 3.000 personas llegaron a trabajar otrora en el mayor centro de espionaje electrónico fuera de Rusia. Durante la Guerra Fría, Moscú utilizó la base para escuchar llamadas telefónicas y radiocomunicaciones de Estados Unidos. Hasta ahora, la base sigue cerrada. Pero mientras las relaciones entre La Habana y Washington se enfrían rápidamente, los vínculos de la isla caribeña con su antiguo gran aliado ruso vuelven a estrecharse.

Cuba está consciente de que Venezuela ya no tiene más para darle, o al menos no para darle a manos llenas como en los tiempos del difunto Hugo Chávez. Por ello el Gobierno castrocomunista se ha visto obligado a extender su mano y buscar otras alianzas como ahora con Rusia, quien además le repondrá y renovará todo el sistema ferroviario.

Rememorando épocas

La historia prevalece y cuanta que para 1970 y 1980, cuando la Unión Soviética era el principal garante de la subsistencia económica, y con ello también política, de Cuba. Eso conllevó una sovietización del país, al que llegaron múltiples productos soviéticos, reemplazando a los artículos estadounidenses.

En 1972, Cuba, junto a Vietnam, fue el único país del llamado “Tercer Mundo” en integrarse al Comecon (Consejo de Ayuda Económica Mutua).

En los años 80, la Unión Soviética proporcionó a Cuba ayuda económica por un monto cercano a los 2.000 millones de dólares anuales, a los que se sumaron aproximadamente 13 millones de toneladas de petróleo. Cuba se volvió cada vez más dependiente de Moscú. Tanto más fuerte fue pues el impacto cuando de desmoronó la Unión Soviética y se disolvió el Comecon.

En 1991, las deudas cubanas con la Unión Soviética ascendían a unos 35.000 millones de dólares. Rusia, como sucesora de la URSS, le condonó en 2014 el 90 por ciento de esa deuda. El resto debía ser saldado mediante condiciones preferenciales para inversiones rusas en la isla. En ese marco, Rosneft ha de modernizar la mayor refinería cubana, en Cienfuegos,  que actualmente trabaja a media capacidad debido a la reducción de los envíos de petróleo venezolanos.

Intereses estrategicos

Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se han intensificado los contactos diplomáticos y económicos entre Cuba y Rusia. Ambos países suscribieron en septiembre un paquete de acuerdos relativos, entre otros, al sector de la energía y al ferroviario.

El volumen de comercio bilateral  se incrementó en el primer semestre de 2017 en un 73 por ciento, ascendiendo a más de 176 millones de dólares. Aún dista del que tiene Cuba con sus principales socios comerciales, China y Venezuela, pero la tendencia es claramente ascendente. Lo mismo ocurre con el turismo. Cuba espera este año la cifra récord de 100.000 turistas rusos.

A fines de 2016, Rusia suscribió además un acuerdo para modernizar las Fuerzas Armadas cubanas. Y también vuelven a circular de tanto en tanto informaciones según las cuales Rusia podría volver a abrir una base militare en Cuba, si bien eso parecería menos probable, si es que La Habana tiene interés en mejorar las relaciones con Washington.

Pero, de momento, las tensiones vuelven a aumentar entre Cuba y Estados Unidos. Y, tal como preveían algunos expertos, otros países se perfilan como socios, entre ellos China, Irán y Rusia. “Cuba intenta diversificar sus relaciones”, indica Richard Feinberg, especialista en América Latina de la Institución Brookings, y agrega: “Dado que no parece muy probable poder estrechar las relaciones económicas con Washington en los próximos años, se busca aliados alternativos; sobre todo países fuertes, como Rusia y China, pueden ofrecer condiciones de pago convenientes”.

Rusia, por su parte, persigue con toda claridad intereses geoestratégicos en Cuba. “El mensaje de Putin no es difícil de entender”, afirma Feinberg. A su juicio, “Putin añora recobrar el poderío imperial ruso, y las relaciones con Cuba se inscriben en ese esquema”.

Redacción Cubanos Por el Mundo

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