Un hombre armado, residente de la comunidad de Sutherland Springs, en Texas, persiguió al atacante de una iglesia Bautista cuando salía del recinto tras masacrar a los feligreses que se encontraban en un culto religioso. En el lugar murieron al menos a 26 personas y otras 20 resultaron heridas. Así lo informa el portal de la cadena Univisión.
Al salir del templo, Johnnie Langendorff, un residente local se percató del ataque y le disparó con un arma que llevaba. El sospechoso soltó su rifle y huyó. La persecusión se extendió cuando el verdugo arrancó en su carro y a los pocos minutos chocó. Según los informes policiales el agresor fue hallado sin vida en el interior de su vehículo, en la frontera entre los condados Wilson y Guadalupe.
Las investigaciones no han informado la identidad del responsable. Según información aportada por agentes en condición de anonimato se conoció que el autor de la matanza fue Devin Patrick Kelley, un joven blanco de 26 años que sirvió en la Fuerza Aérea estadounidense en una base en Nuevo México, entre los años 2010 y 2014, y fue dado de baja por mala conducta.
El ataque
Llevaba ropa negra tipo militar, un chaleco antibalas y un fusil. Identificado como Devin Kelley, el atacante abrió fuego dentro de una iglesia en una pequeña comunidad del sur de Texas, Estados Unidos. Mató a 26 personas e hirió a por lo menos otras 20 en el que pasó a ser el tiroteo masivo más mortífero en la historia del estado.
Luego de ser visto en una gasolinera cercana, se estacionó a las afueras de la iglesia. Segundos después cruzó la calle, salió de su auto y comenzó a disparar. Luego se movió al lado derecho de la iglesia y continuó disparando. Entró y siguió disparando. Finalmente huyó a bordo de una camioneta blanca en la que fue hallado muerto.
Redacción Cubanos Por El Mundo