“Los cubanos no sabían lo que era el socialismo cuando lo aceptaron. Cuando Fidel dijo esto es un acto de socialismo nos cogió de sorpresa a todo mundo, ahí nadie sabia lo que era socialismo ni un carajo y todo el mundo levantó la mano y levantó el fusil y ¿qué iban a hacer?”, es la opinión de una cubana entrevistada por el portal Cubanet.
Los cubanos, por más que lo intentan, no encuentran beneficios en el socialismo que desde hace más de medio siglo, sembró la miseria en su rutina, les castró los sueños y los separó de sus familiares hace muchos años. Lo único que sí abunda es la escasez.
Una residente cree que el socialismo en Cuba ha sido uno de los mayores engaños que el mundo pueda conocer en la historia reciente, pues a su juicio nunca existió la corriente socialista, lo que se concretó únicamente fue la personificación del poder en Fidel Castro.
“Esa fue la trampa más grande que Fidel usó en su vida, es un tramposo, aquí nunca ha habido comunismo sino fidelismo comunista que son cosas muy distintas”.
Estas afirmaciones fueron recogidas en el marco del aniversario 100 de la Revolución de Octubre, en la que ofuscados discursos revolucionarios calaron entre las masas, valiéndose de falsas esperanzas infundadas que 50 años más tarde, sólo resumen pobreza y dolor.
Hay que vivirlo
Un cubano, que opinó en el anonimato por los temores habituales en la isla a recibir represalias de las autoridades, está convencido de que para saber lo que es el socialismo hay que vivir entre sus decadencias.
“Yo lo veo muy mal, para saber lo que es el socialismo ¡hay que vivir en Cuba! aquí no hay nada, no se gana para comer. Trabaje 40 años y lo que gano no me alcanza ni para medicamentos”.
Otra persona consultada afirma “La mayoría de las cosas no funcionan en Cuba, todos nos preguntamos qué hay de bueno en la isla?”.
Una respuesta a esa interrogante es posible, aunque cruel, las bondades de Cuba están restringuidas para quienes puedan pagarlas, visitando los lujosos espacios de la zona turística o para quienes gocen de altos cargos públicos.
“Hay muchas cosas que se tienen que cambiar porque no dejan progresar a la gente, hay que mirar bien a fondo y cambiarlos” expresó otro cubano, agobiado por el desgaste de buscar comida o medicinas cada día.
Fracaso de 100 años
El aturdimiento causado por Fidel Castro hizo que los cubanos renunciaran a sí mismos para entregarse a una vorágine de consignas y desfiles. Desde 1959 la historia sociopolítica de Cuba no es más que una prolongada sujeción del pueblo a distintos estados de ánimo: de la fascinación al miedo, del miedo a la costumbre, y de ésta a la perplejidad.
Cuba es un ejemplo, a escala reducida, del experimento sociopolítico más delirante que ha existido, siempre en perjuicio de su población, no de sus gobernantes. Los últimos reductos de este sistema fallido se hallan en trance de desaparecer.
Redacción Cubanos Por El Mundo
