Los cubanos ilegales en Trinidad y Tobago deben enfrentar toda serie de calamidades por su condición de indocumentados, todo eso con tal de no vivir en Cuba, donde sufrieron la persecución del Régimen y de innumerables limitaciones de vida.
Según los testimonios recogidos en un reportaje de 14yMedio, muchos nacionales están expuestos a la explotación laboral y a abusos de toda índole por no contar con un permiso de residencia. Una vez dentro del país, los cubanos que logran superar las revisiones de Migración optan por quedarse.
Samuel, cubano inmigrante de 32 años, reside hace 11 meses en la comunidad triniteña de San Fernando y según aseguró trabaja en lo que salga, se sacrifica en los peores trabajos para ayudar a sus familiares cubanos.
“Estoy ilegal, hago los peores trabajos que se pueden tener aquí y sin embargo gano 50 veces más que el salario que recibía en mi país como profesional. Ya con lo que envió cada 15 días mis papás han podido arreglar el techo de la casa y reparar la cocina”.
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El joven confesó que aunque no tiene documentos legales en la isla, ha hecho una clientela que le permite trabajar como albañil o mecánico. Llegó a Trinidad y Tobago sólo para trabajar y hacer dinero que le permitiera costear su viaje a Estados Unidos, al cual desistió tras la eliminación de la ley pies secos-pies mojados.
Ola desde 2013
Trinidad y Tobago no exige visado a los viajeros procedentes de Cuba, lo que ha facilitado el ingreso de decenas de isleños que sueñan con vivir en libertad, lejos de la dictadura de Castro. La llegada de nacionales ha ido en aumento desde enero de 2013 cuando Raúl Castro implementó una Reforma Migratoria que flexibilizó la salida de Cuba.
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Kenia Montes de Oca viajó desde Placetas, en Villa Clara, hasta Trinidad y Tobago con la idea inicial de comprar ropa para revenderla en Cuba. El hostigamiento de la Seguridad de Estado a su familia en Cuba la hicieron preferir permanecer ilegal en otro país. Hoy convive con decenas de cubanos en situación similar a la de ella.
“Hay desde desertores de la FAR y el MININT, hasta cuadros políticos, personal médico, Testigos de Jehová marginados y opositores: somos un mosaico”.
Con sorpresa e indignación, Montes relata que ha visto a muchos de su coterráneos sufrir por su condición ilegal. Hizo referencia a una joven cubana que “sufrió una horrible violación por parte del dueño de la renta donde vivía, pero no pudo denunciar el hecho porque no tenía papeles”.
A la fecha no se conoce la cifra de indocumentados cubanos que hay en ese país, lo que sí se sabe es que el número va en aumento. Los cubanos están refugiándose donde sea con tal de no regresar a la isla de las calamidades y de la represión: Cuba.
Redacción Cubanos Por El Mundo
