Hace seis décadas Fidel Castro denunció que el tema de la vivienda era una de las principales problemáticas latentes en la Cuba de aquella época, el problema es que sigue siendo igual o peor actualmente.
Las familias cubanas ya necesitaban ayuda para poder restaurar sus viviendas, situación que empeoró luego del huracán Irma y que no ha tenido respuesta por parte del régimen.
Ayamey Hernández, de 15 años, reside en un solar ubicado en Aguiar 261 en La Habana Vieja. La joven dijo a Martí Noticias, que el edificio está declarado como inhabitable hace años y a pesar de que tiene una orden de albergue junto a su madre, “no nos han dado nada”
El edificio tiene mal olor debido al poco mantenimiento que le dan. Las Familias viven hacinadas en cuartos minúsculos donde conviven niños pequeños, animales domésticos y hasta de corral en un mismo espacio. Las paredes están enmohecidas y la escalera, que es de madera, ya están destruidas. A esto se le suman los recientes derrumbes provocados por el huracán.
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La adolescente también declaró que más de una vez les han dicho que se “las arreglen como pueden ya que no hay sitio en ningún lugar”.
“Ella (Su mamá) se pasó el ciclón sola aquí y nadie vino a evacuarla. Todavía aquí no ha pasado nada, ninguna pared se le ha caído encima a alguien, pero cuando el sol caliente se empezaran a caer los balcones como siempre”, dijo Hernández
Según el sistema político por el que se rige actualmente la Isla este tipo de problemas se solucionaría, pero nada se ha cumplido y muchas familias cubanas deben seguir viviendo “en medio de ruinas” ya que la mayoría de los hogares son insalvables y existen pocas alternativas.
Una ley sin efecto
En el mismo artículo del medio digital Martí Noticias explican que “la última modificación de la Ley General de la Vivienda buscaba disminuir y facilitarles los trámites de entrega de terrenos para la construcción de viviendas a familias necesitadas, así como agilizar trámites relacionados con la construcción”.
En un momento la Asamblea Nacional discutió el incumplimiento de la Ley 322, un decreto que tenía como fin la reducción de construcciones ilegales, luego de que de 53,942 parcelas estatales solicitadas para la construcción solo el 12 por ciento se entregarán.
Una de las familias afectadas por el incumplimiento de esta ley fue Laritza Peñalvert Sierra, que actualmente vive en Ánimas exactamente en el edificio donde falleció Roydis Valdez Pérez y su hermano luego de desplomarse una columna durante el paso del huracán Irma.
“Para nadie es un secreto que la situación de la vivienda en la ciudad está deprimida. Yo pienso que en tanto tiempo podría haber existido una solución de a poco, porque ahora es masivo. Hace 24 años que vivo aquí y solo quedamos tres núcleos”.
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Peñalvert aseguró que los muertos se pudieron haber evitado y que luego del accidente autoridades cubanas llegaron al sitio para prometer ayudas que aún no llegan.
“Me hicieron una oferta que no me era viable. Una comunidad de tránsito en la periferia de la ciudad que no acepté porque conozco la existencia de terrenos que se pueden facilitar para la construcción sin estar tan lejos. Yo les hice esa contrapropuesta y me aprobaron un solar en Vapor 112 entre Espada y Hospital”.
Explicó que una carta dice que la parcela es de ella pero no la tiene en sus manos “porque el director provincial que la debe firmar no ha tenido tiempo de encontrarse con la directora de vivienda de nuestro municipio”.
“Luego del huracán la mujer cubana ahora exige su vivienda ya que no desea esperar diez años para tener su casa yo estoy gritando antes de Irma. Ahora me siento con derecho a reclamar”
Redacción Cubanos por el Mundo
