Este domingo, fueron electas las autoridades municipales, en unos comicios sin candidatos opositores, que derivarán en la elección del próximo “heredero” al trono, o sucesor del dictador Raúl Castro, en febrero de 2018, fecha que se espera se produzca el cambio de mando. Se trataría así del primer relevo en casi seis décadas.
Para la elección fueron convocados más de ocho millones de cubanos mayores de 16 años, de un total de 11.2 millones de la población, para elegir mediante voto “directo y secreto” a 12.515 concejales entre un total de 30 mil candidatos definidos a mano alzada en asambleas vecinales, de forma violatoria de derechos humanos.
De estos más de 12 mil concejales, ninguno era miembro de la disidencia. Las elecciones llegaron un día más tarde de que se conmemorara el primer aniversario del fallecimiento de Fidel Castro, responsable de que en la isla se instalara el sistema político electoral del denominado “Poder Popular”, defendido por el castrocomunismo como “el más democrático y transparente” y la disidencia tacha de “farsa”.
“Estamos votando por la patria, por la revolución, por el socialismo”, afirmó tras ejercer su voto en La Habana el vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, en declaraciones divulgadas por la televisión local.
Estos comicios, son el primer paso para un proceso que terminará en febrero con la elección del sustituto de Castro. Lo esperado es que su sucesor no se apellide Castro, ni que integre la “guardia histórica de la revolución”.
Miguel Díaz Canel: “el elegido”
Todo parece indicar que será Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años quien sea el relevo de Castro, tras formar parte de la revolución desde hace tres décadas, en las que ha ido logrando ascender.
Sin embargo, nada indica que el general-presidente dejará la jefatura del gobernante Partido Comunista (PCC, único), principal cargo político del país, antes de su próximo Congreso en 2021. Tendrá para entonces 90 años.
El mecanismo diseñado por el castrocomunismo, desde su instalación en el poder en 1959, plantea elecciones cada dos años y medio para delegados municipales (concejales), y cada cinco para delegados provinciales (alcaldes) y diputados al Parlamento.
Estos concejales propondrán la mitad de los candidatos a las asambleas provinciales y al Parlamento, que elige al Consejo de Estado y su presidente. El otro 50% es propuesto por seis organizaciones sociales cercanas al gobierno.
Aunque el Partido Comunista no postula, se mantiene vigilante de todo el proceso, sin darle paso a la disidencia. El voto en Cuba no es obligatorio, sin embargo es definido como un acto de “reafirmación revolucionaria” y el abstencionismo es mal visto políticamente.
Redacción Cubanos por el Mundo
