Los tres Alonso que fundaron lo que el mundo danzario llama “escuela cubana de ballet” nacieron condenados a la longevidad. En este mayo hubiera cumplido 100 años Alberto, fallecido en 2007, a los 90. Cuando su hermano Fernando lo siguió, en 2013, no le faltaba mucho para completar el siglo de vida. Alicia, que fuera esposa de este último, y de quien ella recibió el apellido, cumplió ya 96 y sigue con su proa apuntando al centenario. More