Cómo quedarse en La Habana sin morir en el intento
Hace casi dos décadas llegué a La Habana convencido de que, cumplido el lustro de rigor en la universidad, regresaría a la ciudad donde nací, cual indiano que vuelve a sus lares con la riqueza del saber, el descaro de la capital y un título que colgaría en la sala paterna, sobre el televisor, justo al lado del Sagrado Corazón More