El Centro Histórico de La Habana vieja se ha convertido en un escenario de catástrofe donde escombros, zanjas y vertederos de deshechos conviven con los habitantes durante los 365 días del año. Los esfuerzos realizados por la Oficina del Historiador, apoyada por organizaciones internacionales orientadas a la restauración y conservación del patrimonio arquitectónico, no han sido correspondidos con una correcta gestión estatal a la hora de ejecutar proyectos de renovación de estructuras imprescindibles para la vida urbana. More