
El presidente Barack Obama se encuentra en La Habana esta semana en un esfuerzo por extraer concesiones, no de la Cuba comunista, sino del Congreso estadounidense. Para lograrlo, prepárese para lo que en el mundo del espectáculo llaman “un gran show”.
Tenga en cuenta que a medida que este carnaval se desarrolla durante los próximos días, algunos extranjeros que han sido críticos del régimen, incluyendo esta columnista, tienen prohibido informar desde la isla.
El 17 de diciembre de 2014, Obama anunció que normalizaría las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. El mandatario agregó que el embargo de EE.UU., el cual prohíbe la inversión extranjera directa en Cuba por parte de estadounidenses, la extensión de crédito a la isla por parte de instituciones financieras del país norteamericano y la venta de bienes cubanos a EE.UU., debería ser levantado.
A la dictadura le encanta la idea. Sin embargo, el Congreso cree que antes de que haya inversiones estadounidenses en Cuba, el régimen debe pagar por las propiedades que robó después de la revolución de 1959 y garantizar los derechos humanos básicos para los cubanos. Debido a que las leyes en EE.UU. todavía tienen que contar con el visto bueno del Congreso, el capitalismo de Obama para los Castro sigue siendo incierto hasta que los legisladores capitulen. …continuar leyendo aquí