Aún con sus discrepancias, en algo están de acuerdo los virtuales candidatos presidenciales, en algo coinciden: Estados Unidos tiene que tomar medidas estrictas en contra del terrorismo.
Tras la masacre de este fin de semana en Orlando, la Hillary Clinton, apuesta a detener la venta de armas de asalto, como la empleada por Omar Mateen, quien bajo investigación del FBI, logró adquirir el armamento, con el que atentó contra la vida de cientos de personas, ultimando a medio centenar de las presentes en el bar gay de Orlando.
“Creo que las armas de guerra no tienen lugar en nuestras calles . Podemos estar en desacuerdo sobre la regulación de las armas en materia de seguridad, pero deberíamos ser capaces de coincidir en algunas cosas esenciales. Si alguien está siendo investigado por el FBI, simplemente no debería poder comprar un arma sin más”, dijo Hillary Clinton durante su discurso en Cleveland, Ohio.
If the FBI is watching you for suspected terrorist links, you shouldn’t be able to just go buy a gun with no questions asked.
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) June 13, 2016
Aún cuando se encontraba bajo investigación, sin contar con historial criminal, pudo comprar de manera legal las armas con las que llevó a cabo el atentado, en el que murieron 49 personas y otras 53 resultaron heridas.
El magnate Donald Trump, por su parte, prometió que, si llega a la Casa Blanca, suspenderá en el país la inmigración procedente de zonas con un historial probado de terrorismo:
“No podemos seguir permitiendo el flujo hacia nuestro país de miles y miles de personas, muchos de los cuales, tienen el mismo proceso en mente que este este asesino salvaje. La única razón por la que el asesino estaba en Estados Unidos, es porque, para empezar, permitimos a su familia a venir aquí: Y eso es un hecho, un hecho del que tenemos que hablar “.
Donald Trump vows to halt immigration from areas with a proven history of terrorismhttps://t.co/IUyyjOTVQ5 pic.twitter.com/0ttWE22FwP
— Bloomberg (@business) June 13, 2016
Según el candidato republicano, la prohibición sólo se levantaría cuando el país norteamericano pueda examinar “perfectamente” a quien accede al país.
Trump pronunció el discurso un día después de la tragedia de Orlando, el tiroteo masivo más letal de la historia de EE.UU. y constituye el peor acto de terrorismo en este país desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Con información de Euronews
