Con el fin de detener lo que ellos consideran como una crisis migratoria, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aunició que establecerá conversaciones con su vecino, Colombia, para idear planes en conjunto que ayuden a frenar el flujo migratoria de cubanos y haitianos que atraviesa Centroamérica para llegar a los Estados Unidos.
Varela expresó que la próxima semana, una delegación se trasladará a suelo colombiano para iniciar la discusión de los planes.
una alta delegación de Colombia viaja a Panamá para una reunión con nuestras autoridades para ver cómo se maneja este flujo de una forma mas controlada
El mandatario panameño manifestó además que mantuvo una conversación con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, al que pidió que las autoridades de ese país “controlen un poco el flujo” de migrantes.
Destacó que en lo que va de 2016, Panamá ha brindado atención a unos nueve mil migrantes, en su mayoría cubanos y haitianos.
Panamá cerró su frontera terrestre con Colombia para evitar este flujo, pero los migrantes irregulares siguen llegando desde el país sudamericano por la selva inhóspita del Darién, pese a los riesgos de la travesía.
Unos 2.500 de estos migrantes han logrado llegar a Costa Rica donde quedaron varados debido a que Nicaragua les cerró el paso por su territorio.
Varela indicó que está a la espera de reunirse también con el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, para tratar el problema, aunque el tema está siendo “coordinado con el gobierno de Costa Rica”.
Esta semana, nueve cancilleres de América Latina firmaron una carta enviada al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en la que expresaban su preocupación por la Ley de Ajuste Cubano, que desde 1996 privilegia con permisos de residencia y trabajo a los cubanos que llegan a Estados Unidos.
El acercamiento diplomático entre Washington y La Habana ha provocado un aumento en el flujo de salida de cubanos que temen que la Ley de Ajuste sea derogada.
Con información de AFP