
La ‘Ley de Ajuste Cubano’ (LAC) y la política ‘pies secos/pies mojados’ siguen inamovibles para los cubanos que buscan ingresar y obtener su permiso de trabajo y residencia en EEUU.
A partir del deshielo en las relaciones bilaterales entre Cuba y EEUU, los cubanos han vivenciado el temor, el miedo y altas dosis de incertidumbre ¿Cuál será nuestro futuro? ¿Murió la posibilidad de salir de una vez por toda de la pesadilla cubana? ¿Qué pasará con el futuro de mis hijos y de mi familia? Son las preguntas que de inmediato se generaron en el pensamiento y en el sentir de muchos cubanos.
Ante el panorama, muchos de ellos no titubearon y decidieron emprender la salida de la Isla. No fue uno ni dos, fueron miles quienes optaron por esta alternativa ¡hoy o nunca! fue la decisión para emprender la partida.
Prontamente, lo que significó una solución para los ciudadanos cubanos, se convirtió en un grave problema para los países de la región, especialmente para Ecuador y Centroamérica. Hasta noviembre del año pasado Ecuador no exiguía visa a los cubanos para ingresar a este país, por lo que muchos de ellos se dirigían al país suramericano y de allí emprendían su viaje por tierra y aire hacia EEUU.
Considerando las políticas migratorias particulares de cada país y sus modelos políticos, miles de ellos fueron quedando rezagados en el camino. Nicaragua negó el tránsito de cubanos por su territorio, en consecuencia, se generó y agravó lo que hasta hoy es conocida como la ‘crisis migratoria humanitaria’ nunca vista por estos predios.

Las aristas del problema
El análisis de la situación requiere remontarse a los inicios que dieron pie a la promulgación de la LAC, firmada por el presidente estadounidense Lyndon Johnson en 1966 y luego a la política de ‘pies secos (cubanos que lograron llegar a tierra firme) /pies mojados (cubanos sorprendidos en el mar)’ adoptada durante la administración de Bill Clinton en 1995. Ambas medidas están supeditadas a una situación socio histórica contextualizada en la década de los 60. Las dos tienen su foco en aquel tiempo.
Al respecto, el cubano Diego Trinidad refiere:
“… la LAC no fue aprobada para beneficio de los cubanos que ya estaban aquí, mucho menos para beneficio de los que vivían en la isla, sino para beneficio de la sociedad americana. Que el resultado de la LAC haya sido beneficioso para todos los cubanos, de aquí y de allá, ha sido una consecuencia no intencionada de la LAC, y eso es un hecho cierto”.
Y añade:
“De la misma manera, la LAC no tiene absolutamente nada que ver con el derecho de asilo…Todos los cubanos que desean salir de Cuba y tienen razones debido a que quieren escapar de un sistema totalitario que les quita la libertad, tienen, siempre han tenido y seguirán teniendo el derecho de asilo político en EEUU -con LAC o sin LAC- y lo seguirán teniendo aún si se deroga la LAC”.
Mientras que el cubano Juan C. León, residente en Miami, asegura:
“En 50 años de exilio, no todos los cubanos que llegan aquí se merecen la condición de “exiliados”, ya que no todos vienen por problemas políticos. La mayoría hoy en día está viniendo por problemas económicos. No lo queremos aceptar por el orgullo de ser cubanos y por el amor que sentimos por ellos por ser nuestros compatriotas, pero es una realidad. Yo sé que no todos pueden lidiar con esta realidad, pero es la pura verdad. Es lo que pienso y siento”.
Hasta la fecha, todos los nuevos cubanos que llegan desde 1995 a EEUU, tienen derecho a beneficios federales que incluyen ayuda económica inmediata, servicios médicos gratis, cupones de comida, y ayuda adicional bajo el programa administrado por el Social Security (Supplemental Security Income).

Ciertamente, considerando las ayudas precitadas, pareciera que los cubanos tienen la mesa servida en EEUU para resolver sus asuntos económicos, mientras los problemas políticos de la Cuba contemporánea aguardan por respuestas y soluciones concretas.
Con relación a los motivos económicos para emigrar de la Isla, el diario Marti Noticias expone razonablemente:
“…de no existir esos “pequeños defectos”, muy corrientes para una nación subdesarrollada, los cubanos se quedarían felices en la isla sin importarles la falta de libertades democráticas, la ausencia de garantías para un desarrollo individual pleno o la apropiación de los espacios privados por parte del Estado”.
Las palabras precitadas, convocan a la reflexión ¿las mejoras económicas son las únicas circunstancias que impulsan a los cubanos a salir de su terruño? Da que pensar.

Pero… ¿Qué hacer?
Recientemente Ecuador y ocho países de la región han solicitado mediante el remitido de una carta, una reunión de emergencia con John Kerry a fin de derogar o reajustar ambas políticas, en virtud de las consecuencias que se derivan de su aplicación para los países adyacentes.
Y no dejan de tener razón, la carta debería ser considerada y analizada. El tránsito migratorio ilegal por los países de la región se ha constituido en un imbricado y serio problema para los países suramericanos y centroamericanos. La temida trata de personas, la extorsión y los ‘coyotes’ haciendo de las suyas, son algunas de las dificultades reales.
Un artículo de Martí Noticias evidenció la situación, al referir que “Migrantes cubanos serían extorsionados, amenazados y detenidos por agentes del Instituto Nacional de Migración en Chiapas, México”

Mientras…
Mientras, en esta época de crisis migratoria cubana, el Nuevo Herald refiere que “El general Raúl Castro, gobernante de Cuba, ha sido aplaudido por líderes de todo el mundo por su mediación en las conversaciones de paz de Colombia, pero él se sigue negando a llevar a cabo conversaciones de paz con la oposición interna de su propio país…”.
Y José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch añadió para el mismo diario:
“Cuba es un caso único en la región” en materia de represión política, Estados Unidos y todos los países democráticos ya tienen la obligación de ofrecer protección a los refugiados políticos cubanos”.
También, Marcell Felipe, director de la Fundación Inspira Américas aseguró:

Si los citados países solicitantes de la derogación o reajustes de la LAC y de la política pies secos/pies mojados, logran su cometido ¿cómo quedan los cubanos? ¿qué aportan estos países para la solución de los problemas que aún a más de cinco décadas continúan confrontando los cubanos? ¿cuáles serán los compromisos con relación a la política migratoria de estos países?
Con información de Marti Noticias; El Nuevo Herald;