Un grupo de estudiantes católicos de secundaria tomó el viaje de su vida cuando viajaron de Brooklyn a Cuba en una misión humanitaria.
Doce estudiantes y dos maestros de la preparatoria Saint Edmund de Sheepshead Bay visitaron recientemente La Habana para una semana de servicio en coordinación con la organización Fundación Amistad.
Antes del viaje, los estudiantes participaron en el proyecto de concientización sobre el hambre de la escuela y decoraron la cafetería de la escuela con estadísticas que recuerdan a sus compañeros estudiantes, de aquellas personas que no son tan afortunadas como ellos.
Ese día, toda la escuela fue desafiada a caminar en los zapatos de los menos afortunados y a restringir su gasto para alimentos y otros gastos no relacionados con el viaje a $ 2.00
El viaje a Cuba estaba lleno de un conjunto diverso de actividades.
Durante su estancia allí, los estudiantes y sus chaperones adultos conocieron a una de las familias con las que trabajan en el Centro Cultural Padre Felix Varela. Más tarde visitaron La Habana, donde vieron la Plaza de la Revolución y otros sitios.
Los adolescentes visitaron a las Hermanas Salesianas, una orden religiosa católica, en su convento.
La visita fue importante, según funcionarios de St. Edmund, porque los fondos recaudados durante el Proyecto de Concienciación sobre el Hambre serán donados a las hermanas para ayudarles a establecer una guardería en los terrenos del convento.
El grupo recorrió la instalación y el sitio del nuevo centro.
Los estudiantes compartieron la cena con un grupo de jóvenes en el Centro Cultural Padre Félix Varela. Al final de la noche, los estadounidenses y los cubanos eran amigos. Incluso jugaron un partido de fútbol juntos.
Varios jóvenes de St. Edmund que asistieron a la misión de caridad en Cuba dijeron que la experiencia cambió sus vidas.
Edward Carr dijo que creía que el presidente Barack Obama estaba en el buen camino cuando restableció las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba.
“Definitivamente hizo lo correcto”, le dijo al Eagle de Brooklyn.
Los cubanos y los estadounidenses tenían mucho en común, según Carr. Los cubanos son grandes fans de la serie de HBO “Game of Thrones”. Su deporte favorito es el fútbol.
Carr recordó lo emocionado que estaba cuando un grupo de niños en una guardería cantó “Twinkle, Twinkle Little Star” para los estadounidenses.
El grupo pasó tiempo en una guardería en Rincón en el Santuario de San Lázaro para que los estudiantes pudieran entender la importancia de su misión.
Los estudiantes compartieron batidos con el arzobispo Juan de la Caridad García Rodríguez, arzobispo de La Habana, quien les habló de la iglesia en Cuba.
Uno de los puntos culminantes del viaje fue cuando los estadounidenses visitaron el Centro de Cuidado Padre Usera y trabajaron con niños de entre dos y cuatro años.
Esa misma tarde, recorrieron el taller de un artista. José Rodríguez Fuster, artista especializado en cerámica, pintura, dibujo, grabado y diseño gráfico, discutió su trabajo con los visitantes.
“Fui allí sin expectativas”, dijo Gerald Rehill, senior de St. Edmund. “No esperábamos algunas de las historias personales que estaban allí.”
Rizzuto se alegra de que se haya ido. “Yo estaba dudando en ir. Pensé: “¡Dios mío, Cuba es un territorio formidable.” Pero la gente era tan abierta, tan acogedora. Son como nosotros “, dijo.
