Unos humoristas noruegos organizaron un partido de fútbol que ha dado la vuelta al mundo la última semana y ha calentado las redes sociales.
No obstante, para ser parte del equipo, no era necesario demostrar las habilidades deportivas que exige el caso.
Lo ideal para participar, era que todos los participantes debían estar completamente ebrios y había que demostrarlo. Por esto, tenían que soplar un alcoholímetro y reflejar que, al menos, poseían un gramo de alcohol por litro de sangre
Irónicamente, el jugador que estaba más ebrio fue el autor del gol de la victoria.