La muerte de Fidel Castro provocó una ronda de especulaciones sobre el futuro de Cuba, lo que podría tener consecuencias para los agricultores estadounidenses deseosos de comerciar con el país de la isla.
Raúl ha estado a cargo del negocio familiar durante los últimos ocho años, mientras que la salud de Fidel se desvaneció. Durante ese tiempo, los cubanos y el resto del mundo no sabían a ciencia cierta si Fidel era quien operaba el teatro moviendo con hilos de marioneta.
Aún con Fidel en vida, Raúl se atrevió a abrirse a la empresa libre y reconciliarse con Estados Unidos para hacer más negocios en Cuba. ¿Ahora, sin su hermano, el dictador continuará la senda de la liberalización?
La incertidumbre se responderá con el cambio en la administración de Estados Unidos. Obama estrechó la mano de Raúl y ordenó a través de órdenes ejecutivas ir dejando atrás un embargo de 60 años. Donald Trump por su parte no entregará más concesiones si Cuba no sale adelante.
Mike Pence ha dicho inclusive que con Trump derogarán las medidas de Obama.
¿Qué van a reemplazar esas órdenes ejecutivas y cuál será el compromiso de la administración Trump con Cuba? Las respuestas son de interés para los agricultores y las empresas interesadas en el azúcar, carne y demás productos agrícolas.
The Progressive Farmer visitó en otoño pasado para evaluar cómo los intereses agrícolas cubanos y norteamericanos podrían conectarse. En cierto modo, al parecer, la agricultura cubana se ha quedado atascado en una cápsula del tiempo, lo que en esta ocasión no sería tan perjudicial.
Los científicos de La Habana han venido trabajando en vacunas innovadoras para prevenir las enfermedades transmitidas por garrapatas en el ganado, también la soja transgénica resistente a la roya asiática.
A su vez, consigues tractores que son un verdadero milagro continúen en pie, con una data desde tiempos de la Guerra Soviética. El viejo y nuevo contraste aquí, en parte debido a un embargo de medio siglo de antigüedad por los Estados Unidos. Algunos responsabilizan al “bloqueo” como lo llaman desde el régimen, otros también pueden culpar al sistema socialista, que incluso Fidel Castro admitió que ha fallado al pueblo.
Una Cuba sin embargo
Las cosas están cambiando. Hace dos años, el presidente Obama y el presidente Raúl Castro anunciaron la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Aunque el Congreso tiene la llave para desbloquear el embargo, una cierta liberalización de la política de Estados Unidos a través de acciones ejecutivas de Obama – ahora sujetos a las políticas de Trump del presidente electo – ha dado un vistazo a un mundo posterior al embargo.
Los estadounidenses ahora pueden viajar con más facilidad a Cuba. Grupos productores agrícolas, por ejemplo, han enviado docenas de misiones comerciales para comenzar la planificación para un día en que termine el embargo. Ellos están dispuestos a comerciar con un país que ahora importa el 70% de sus alimentos.
Al mismo tiempo, el régimen de Castro ha aflojado algunos de los enlaces socialistas en la economía cubana. Ahora, el gobierno fomenta ciertos tipos de proyectos empresariales. Sin embargo, el proceso como todo en Cuba, será lento.
Traducido al español desde The Progressive Farmer