La policía cubana investiga si una mujer residente del municipio Cerro, vendió a dos de sus cuatro hijos, a dos familias de su misma barriada.
La mujer fue enviada a la prisión de mujeres de “El Guatao”, acusada de tráfico de menores mientras se lleva a cabo las investigaciones, según reseña el portal CubaNet, quien logró entrevistar a personas cercanas a la irresponsable madre.
De acuerdo con el portal, la mujer recibió la suma de mil dólares por cada uno de sus pequeños.
Sin embargo, el primer niño fue entregado de manera legal a la familia adoptiva, mientras que el otro se desconoce el procedimiento.
Pero este caso data desde hace varios años. Pues la niña, a quien vendió primero, ya hoy tiene 10 años y reside en el exterior, mientras que el niño, el segundo en venderse, tiene tres años y vive cerca de su residencia.
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El caso
Anay, como presuntamente se llama la fémina que vendió a sus hijos, al parecer podría enfrentar varios años de cárcel. El esposo de la niña que vendió, aseguró estar dispuesto a declarar en favor de la mujer, ya que ambos estuvieron de acuerdo en venderla para afrontar la dura crisis económica de Cuba.
Los detalles fueron dados por la abogada de la mujer quien pidió mantenerse en el anonimato.
“Él me comunicó que estuvo de acuerdo, junto con la madre de la niña, en entregarle la pequeña a esta familia para que tuviera un mejor futuro, dicha familia se la llevó fuera de Cuba; pero todo el proceso se hizo a través de los tribunales, incluso se le cambiaron hasta los apellidos, por lo tanto, aquí no hay venta, y esto es lo que presentaremos ante el juez”,
La investigación se desató a raíz de la denuncia impuesta contra Anay por parte del padre de los otros dos hijos que residen con ella, quien la acusó por la venta de los menores, tras ser arrestado luego de un altercado doméstico.
La policía procedió entonces al arresto de la mujer, y además detuvieron a la pareja que supuestamente compró su último bebé.
La pareja adoptiva, que no puede tener hijos, desde que Anay salió embarazada se hizo cargo de su alimentación y de todos sus gastos a partir de ese momento.
“Le compraron varios electrodomésticos y muchísimas otras cosas. Venían todas las semanas y le traían facturas de comidas, pero además, ella se puso a regar por el barrio, en aquel momento, que le darían mil dólares en efectivo”, dijo una vecina.
Según su mamá, Anay tiene 25 años y padece retraso mental, lo cual habría sido manipulado por la oficial a cargo del caso.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Cubanet