Desde el pasado 11 de abril la activista cubana Lizandra Rivera fue aislada en un destacamento de máxima seguridad de la prisión de mujeres de Mar Verde en Santiago de Cuba, según informaron familiares de la opositora.
Yordanis Chávez, esposo de Rivera, reveló en entrevista con Martí Noticias que actualmente le tienen prohibido cualquier tipos de visitas así como le han restringido las llamadas telefónicas en su lugar de reclusión. La única información que han logrado tener de ella cuando fue su familia a verla el mes pasado era que la habían sacado de la celda de castigo donde la habían confinado para ser trasladada al destacamento 2, “con el régimen de candado las 24 horas”.
RECOMENDADO: Activista denuncia que sus hijos son víctimas de acoso y discriminación
La joven opositora fue arrestada desde el pasado 31 de diciembre tras haber sido allanada su vivienda en Santiago de Cuba, señalada por presuntamente haber atentado contra una oficial, lo que ameritó que la llevaran a un juicio en enero de 2017 y la condenaran a tres años de privación de libertad.
Desde el momento de su detención, familiares y testigos del hecho han desmentido la versión de las autoridades sin embargo, la activista ya lleva cinco meses de encarcelamiento, engordando la lista de centenares de presos políticos en Cuba.
Solo la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), agrupación de la que forma parte Rivera, tiene más de 50 activistas encarcelados por delitos no tipificados, sin derecho a la defensa ni la realización de un juicio justo.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias