A pesar de que las últimas semanas han estado marcadas por fuertes lluvias en varias regiones del país, los embalses siguen estando en niveles críticos. Es por eso que el régimen se enfila para “apretar” a aquellas empresas que son consideradas de “alto consumo de agua” como medida de “control” sobre el vital liquido.
Un informe presentado por el Instituto de Recursos Hidráulicos de Cuba, expresa que la Isla aún no se recupera de la sequía.
Por su parte los funcionarios castrista ya pusieron a andar su inexactitud para atacar problemas, y colocaron restricciones en el otorgamiento de licencias a negocios por cuenta propia.
Según reporta CubaNet, Isabel Hernández, funcionaria de la Oficina Nacional de Administración Tributaria, afirma que desde inicios de 2017 se está evaluando la posibilidad de que a partir de julio, los negocios relacionados con el fregado de autos, así los de renta que tengas piscinas, no les será renovada su licencia.
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“A aquellas personas que obtuvieron la licencia antes de haber construido la piscina, no se les renovará. De igual modo, ya no se otorgarán licencias a negocios de piscinas en aquellas zonas que han sido más afectadas por la sequía, o a aquellos que usan pozos excavados de manera ilegal”.
Además, aseguró que los fregaderos de autos “probablemente cierren” ya que se esperan nuevas regulaciones aún más rigurosas que dificilmente puedan cumplir.
Igual se incrementará el costo por el consumo de agua en los casos de los cuentapropistas que conserven el permiso (…). Con el fregado de auto, ya no se otorgarán nuevas licencias y los negocios que aún existen es muy probable que desaparezcan ante la cantidad de requisitos que se les exigirá, sobre todo con respecto al tratamiento de las aguas, tanto potable como residuales”
‘Palo’ para el pueblo
Mirta es dueña de una casa de alquiler con piscina en Habana de Este. Ella no está de acuerdo con estos controles, ya que el régimen le exige destruirla cuando las casas de los dirigentes y grandes hoteles pueden mantener la piscina abierta “y son más grandes que la mía”
“Hay muchas personas en mi situación. Hicimos la piscina incluso con el permiso que hay que sacar, pero ahora nos dicen que tenemos que eliminarla si queremos que nos renueven la licencia. (…) Tenemos que taparla, porque ni siquiera nos permiten tenerla vacía, eso es lo que nos explicaron. Ya han venido varias veces. No entiendo cómo es que los hoteles y las casas de los dirigentes puedan tener piscinas, mucho más grandes, mientras yo tengo que clausurar la mía”,
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Por otro lado, Reinier es dueño de una fregadora de autos. A él le exigieron reducir el uso de agua, por lo que tuvo que pasar de automático a manual, lo que implica más gasto y más tiempo.
“Primero vinieron a decirme que debía reducir el gasto de agua. Eso fue como en marzo, entonces cambié del fregado automático al manual, que es mucho más costoso porque tengo que pagarle a más personal y el proceso se demora más, pero bueno, ahorramos más de la mitad del agua que gastábamos antes, ahora estamos sobre los ochocientos a mil litros diarios, que eso es nada si te pones a ver que atendemos más de veinte carros al día. Ahora sí vinieron a darme el ultimátum, ahora es o cierras o te cerramos, sin más explicación”
Las medidas de ahorro para enfrentar la prolongada sequía, aunque aún no se han hecho efectivas, provocan disgusto entre los afectados. Mientras unos están pensando en transformar lo que fuera el objetivo inicial del negocio, otros han comenzado a adaptarse a las circunstancias. No obstante, casi todos concuerdan en que ha habido un tratamiento injusto, desigual, con respecto a las instituciones estatales.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de CubaNet