Su residencia en Villa Clara fue allanada y no obstante también terminó detenido. Se trata de Armando Antonio Pérez, colaborador del Instituto Patmos, quien terminó siendo objeto del desenfreno de los agentes de la Seguridad del Estado este sábado.
Por varias horas Pérez resultó detenido y su vivienda en Caibarién, registrada, según informó la organización a través de un comunicado, donde además detallaron que el colaborador fue recluido en una celda de la estación policial de la localidad, sin acceso a asistencia médica, pese a su delicado estado de salud a consecuencia de una insuficiencia renal.
El propósito del despliegue policial era involucrar a Pérez en un “delito económico”, puesto que cuando llegaron a su casa le informaron que “andaban buscando ropa, una motorina y ron”, pero al no encontrar lo que buscaban procedieron a ocuparle documentos y revistas con información sobre libertades civiles y derechos humanos, que circulan en la isla de forma independiente.
Según reseña Martí Noticias, le ocuparon 24 ejemplares de la revista Nota del Cielo, que coordinada el Instituto Patmos, un trabajo de la escuela de su hija menor, documentos relacionados con la historia de los derechos humanos y revistas de la publicación independiente Convivencia.
Este domingo fue liberado recibiendo un acta de advertencia y 30 pesos de multa por supuesto desorden público, que justifican por la presunta resistencia del activista a ser arresto, aunque niega que así haya sido pues asegura que sólo pidió “no ser esposado”.
El comunicado de Patmos señala que Pérez es “un activo masón grado 32, líder de la logia masónica «Urania – Dr. Mortera» de Zulueta, provincia de Villa Clara”, y que su caso se encuentra documentado en el informe del primer semestre de 2017 sobre las violaciones a la libertad religiosa en Cuba.
La organización explica que “aunque muchos no clasifican a las logias o sociedades fraternales como religiones, para la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central de Partido Comunista de Cuba lo son y tienen igual o peor tratamiento que el resto de las instituciones religiosas cubanas”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias